Los tapados en la UNAM

Los tapados en la UNAM
Por:
  • Carlos Urdiales

Las justas demandas para erradicar la violencia contra las mujeres, adoptar políticas institucionales con perspectiva de género, darle atención jurídica a las denuncias contra académicos y administrativos, asegurar cobertura médica y sicológica en preparatorias y colegios de Ciencias y Humanidades, devino en un enmascarado activismo de cuestionable representatividad, pero de innegable impacto en demérito de los estudiantes de la UNAM, del prestigio y estabilidad en la mejor universidad de América Latina.

Ayer, el Presidente López Obrador rompió el silencio. Cuestionó a quienes, con el rostro cubierto, han tomado once planteles universitarios, por lo que consideró que hay “mano negra” detrás de los paristas. “No hay esferas (sic) para que un movimiento sin causa, pare o impida el funcionamiento de la UNAM; desde luego, hay grupos inconformes, hay que atenderlos y dialogar, pero no es un movimiento colectivo mayoritario”, dijo.

Raúl Contreras Bustamante, director de la Facultad de Derecho, que resistió el madruguete de encapuchadas que pretendía cerrar la escuela, recordó: “la experiencia dice que, ante huelgas prolongadas en la UNAM, los más afectados son los estudiantes de familias pobres. Las que pueden, se llevan a sus hijos a universidades privadas y nos quedamos con los pobres”. El abogado advirtió: “esto no tiene qué ver con la facultad. Tiene que ver con fuerzas externas que quieren paralizar la universidad”.

¿Quiénes son esas fuerzas externas que quieren paralizar la UNAM? Nadie apunta con precisión. Anarcos refugiados en el auditorio Justo Sierra, tomado hace 20 años. Radicales libres de la 4T. Rémoras del Consejo General de Huelga.

Como sea, el Presidente López Obrador cuestionó: “¿Por qué taparse la cara? Un luchador social debe dar la cara. Siento que hay mano negra, siempre hay quienes mueven la cuna y hay que lamparearlos para que no anden en los sótanos”, recomendó.

Y el rector Enrique Graue convocó ayer a los de rostro descubierto a dialogar y a resolver. A los tapados avisó que no harán naufragar la institucionalidad puma, menos, provocarán que la violencia se convierta en demanda y respuesta. Actitud frontal que hasta el miércoles se echó de menos por parte de la rectoría auriazul.

Es tiempo, pues, de destapar a los tapados de la UNAM, y así como las luces empujan para erradicar conductas machistas, violentas y retrógradas, igual deben, esas mismas luminarias, impulsar el espíritu puma hacia la abolición de maniqueas máscaras que tapan intenciones extraacadémicas, y que son, por sí mismas, antítesis de la luz del conocimiento y la tolerancia.

Pensiones, costo impagable. Tras la jurisprudencia que la SCJN emitió sobre cuál debía ser la ley que normara el máximo de salarios mínimos de una pensión, el tema de la salud y suficiencia financiera del Sistema de Ahorro para el Retiro afloró. Hay certidumbre jurídica, hay garantías plenas sobre el acceso de jubilados a sus pensiones vitalicias, el tema es la calidad, su cuantía. Viene el debate, ¿incrementar la edad de retiro? ¿Quién emprenderá la cruzada?