Sobre avisos no hay engaño

Sobre avisos no hay engaño
Por:
  • Carlos Urdiales

El Gobierno del Presidente López Obrador suele desacreditar a bancos, fondos, consultoras y calificadoras por, según simplifica, no haber dicho nada cuando gobernaban los neoliberales. Y siempre avisan, pero la selectiva síntesis de la 4T omite informes y notas un poco más complejas.

Estamos en la encrucijada entre terminar la cuarentena y contar el mayor número de muertos confirmados de Covid-19 -más los decesos sospechosos —que podrían hacer del 12 de mayo, un día con más de 500 decesos—. Autoridades federales y estatales no coinciden en el plan de reactivación y entramos a la fase donde cada entidad va a decidir cuándo y cómo regresar a la nueva normalidad poscoronavirus.

En esta semana el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) coincidieron en sus estimaciones respecto al incremento de pobres en México a consecuencia de la pandemia, ambos promediaron alrededor de 8.5 millones de personas que ingresarán a esa categoría. Cifra nunca antes alcanzada.

El IMSS y la Secretaría del Trabajo (STPS) avisan que en lo que va del año se han cerrado casi 700 mil puestos de trabajo formales, 60 por ciento eran empleos fijos y el resto temporales. A reserva del informe de mayo y junio, la contabilidad oficial va a registrar cerca de un millón 200 mil empleos aniquilados por el Covid-19 y las políticas públicas implementadas.

En México existen casi 20 millones de empleos formales. Estados Unidos ha perdido 30 millones en lo que va del año. Aquí, 56 por ciento de la actividad económica es informal y por tanto es válido suponer que en ese sector, ajeno al radar del IMSS y la STPS, se perderán al menos otro millón 200 mil trabajos.

El Presidente López Obrador declaró que con su programa de apoyo se crearán dos millones de empleos —jamás México ha generado, en un año, más de 1.2 millones de posiciones laborales—. Sólo el Presidente sabe si sumará a la promesa los puestos perdidos, si los descontará o si alcanzará esa elevadísima meta autoimpuesta.

Durante las semanas anteriores, fondos, calificadoras, bancos y expertos del sector privado consultados por el Banco de México —que hoy recortará la tasa de interes referencial— han estimado que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional caerá este año siete puntos porcentuales.

Pérdida de riqueza y aumento de pobreza, mezcla explosiva en términos sociales a la que algunos achacan la militarización de la seguridad pública decretada por el Gobierno esta semana.

Informes y proyecciones que convergen y anuncian tiempos recios, avisos oportunos desestimados por la retórica transformadora. Dura realidad que confronta ideología voluntarista con métrica y técnica. Previsible que ahora la 4T avise también que va a incluir en los referentes sobre desarrollo, a la felicidad, no sólo al PIB y los datos de censos. Ilusión sobre realidad. Hay números que avisan y, por tanto, no traicionan.