Ángeles Aguilar

Ampliar base de contribuyentes, el quid de una reforma fiscal

PUNTO Y APARTE

Ángeles Aguilar
Ángeles Aguilar
Por:

Hacer la cooperacha… Ningún proyecto gubernamental es posible sin dinero.

Sin embargo, pese a los múltiples esfuerzos de la SHCP, de Arturo Herrera, y el SAT, de Raquel Buenrostro, la recaudación en México se mantiene como la más baja dentro de los países de la OCDE. Hoy los ingresos tributarios apenas ascienden al 16.2% del PIB, por debajo de sus pares en la región como Chile donde alcanzan 21% de su producto.

En ese contexto, ayer el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), al mando de Héctor Villarreal, publicó su estudio “Ingresos públicos en México: Hacia un nuevo sistema fiscal”, documento que analiza diversas propuestas y su verdadera capacidad recaudatoria…

El dilema… Al detalle, los impuestos al consumo son el principal rubro para el cochinito hacendario, pues representan 28.5% de los ingresos totales, seguidos por los impuestos energéticos con 24.2%, el ISR a personas morales y físicas con 17% cada uno y las cuotas de seguridad social con 6.1%.

Sin embargo, el dinero no alcanza. Del 2016 a la fecha el espacio fiscal para implementar nuevos programas y financiar proyectos públicos disminuyó de 6.4% del PIB al 2.2%.

En los últimos meses se han puesto sobre la mesa innumerables propuestas para ampliar los ingresos. Una de ellas es un IVA generalizado del 16% eliminando exenciones, lo que podría representar un empujón en los ingresos del 1.7% del PIB. Como quiera, el cambio abonaría a la desigualdad, pues para las personas con menores recursos la contribución significaría hasta el 21% de su capacidad de gasto.

A su vez, un IVA del 16% sobre alimentos y medicinas, sería un alza del 1.1%, aunque de excluirse una canasta básica, el titánico esfuerzo apenas se reduciría a un alza del 0.1% del PIB.

Asimismo, se analizan cambios en el ISR para personas físicas a fin de incrementar la tasa máxima desde 35% al 40% y reducir los parámetros de ingresos para que más trabajadores alcancen tasas de pago más altas. No obstante, el aparatoso rediseño sólo aportaría 0.1% del PIB…

Fuera del radar… De igual forma, existen algunas otras opciones como los impuestos progresivos sobre el Efecto Invernadero (GEI), los cuales en el primer año implicaría una recaudación adicional de 37 mil 583 millones de pesos y en los siguientes 16 años alcanzarían los 392 mil 208 pesos, al tiempo que incentivaría la transición hacia tecnologías más limpias.

También se requieren cambios en el predial y la tenencia con un potencial recaudatorio del 0.25% del PIB y 0.26%, respectivamente.

Pero el verdadero reto será el de acrecentar el mercado laboral formal. Alejandra Macías, especialista del CIEP, hace ver que aumentar la tasa de participación femenina de un 38% al 65% que tienen en promedio las naciones de la OCDE y reducir la informalidad en los trabajadores desde la actual tasa del 56% al 25% que tiene Chile, sería un empujón de un 0.40% del PIB, unos 96 mil millones de pesos. Así que ampliar la base de contribuyentes será el reto de una verdadera reforma fiscal…

Pandemia, mordisco en planes de jubilación

Los inversionistas de México… entre los más afectados por la pandemia. De acuerdo con la “Encuesta global de inversionistas”, desarrollada por Natixis, que comanda Mauricio Giordano, un 30% de ellos reconoció la pérdida de ingresos como resultado de la pandemia, mientras que 20% incluso debió utilizar recursos de su plan de jubilación. Futuro en empeño…

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.