Ángeles Aguilar

Deuda se catapulta 83% y una década para revertirla

PUNTO Y APARTE

Ángeles Aguilar
Ángeles Aguilar
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La dosis perfecta… Ante el complejo panorama económico que vive el país, resulta indispensable contar con precisión científica para la toma de decisiones en política fiscal.

En los últimos años el acelerado crecimiento de la deuda pública se ubicó como una de las principales preocupaciones, máxime el pírrico avance del PIB y la incipiente capacidad tributaria del país. Dichos desbalances derivaron en llamadas de atención por parte de las calificadoras crediticias.

Como resultado, en los últimos años la austeridad estuvo al centro del presupuesto público.

Sin embargo, los recortes para el cuidado de la salud, educación, apoyos sociales e infraestructura representaron un profundo costo económico. En 2019 el PIB cayó a razón del 0.3%…

Bolsillos cerrados… De igual forma en este 2020, ya por expirar, la falta de apoyos contracíclicos para mantener a flote el barco de la inversión dio como resultado un desplome del PIB que se estima será cercano al 8.7%

Hasta ahora los estímulos fiscales apenas ascienden al 1% del PIB, cifra que contrasta con el 9.84% del producto que destinó EU o el 9.88% del Reino Unido, naciones que podrían experimentar una recuperación casi total durante 2021.

Asimismo, al comparar a México con otros países emergentes la respuesta gubernamental se equipara limitada. Chile preparó paquetes de apoyo por un 5% de su PIB y Brasil, del 4%.

Aun así, sin un endeudamiento adicional enfocado a estimular la productividad y el empleo, al segundo trimestre del 2020 la deuda pública ascendió al 52.1% del PIB, el máximo histórico en los últimos 20 años. Un 67% de ese aumento se explica por la caída de la actividad; no obstante, el restante 23% es resultado de un mayor gasto, del pago de intereses y un deterioro del balance primario…

Larga vida a la deuda… De acuerdo con datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), al mando de Héctor Villarreal, en el año el endeudamiento podría terminar con un incremento del 83.6% respecto a sus niveles del 2019, para ubicarse cerca del 54.7% del PIB.

Por si fuera poco, la deuda podría tener un impacto de largo plazo. Carlos Vázquez, investigador del CIEP, hace ver que para reducir dicho nivel hasta el 44.5% del PIB que se tenía previo a la pandemia, el superávit primario debería rondar un 3.8% del PIB en los siguientes 4 años, muy por arriba del promedio de entre 1% y 1.4% del PIB del último lustro.

En otras palabras, se debería hacer un monumental esfuerzo en la recaudación o un recorte al gasto cercano a 900 mil 673 mdp en 2021, monto superior al total del presupuesto educativo.

En ese inverosímil contexto y tomando en cuenta los actuales niveles de ingresos y gastos, tomará por lo menos 10 años el revertir el profundo incremento de la deuda ¡Ay dolor!…

Golpe real a bancos para primer trimestre

Morosidad bajo la alfombra… Los programas de diferimiento que la banca otorgó a 9.3 millones de créditos como respuesta al deterioro de las condiciones económicas este año, así como los actuales procesos de reestructura, aplazaron el impacto de la pandemia sobre la cartera vencida.

Ayer, los banqueros agrupados en la ABM, que preside Luis Niño de Rivera, reconocieron que dichos esquemas frenaron el deterioro en esos niveles y apuntaron que no será sino hasta el primer trimestre del 2021 que se podrá saber con exactitud el tamaño del golpe…