Riesgo político, ponchadura en el crecimiento de México

Apaso de tortuga… Entrados ya a la segunda mitad del año, es claro que el rebote económico será más lento de lo que se anticipaba.

En el orbe, pese al épico esfuerzo por abatir la pandemia, el avance de la vacunación es aún débil. Mientras que el aumento en la tasa de contagios por Covid-19 y la lúgubre presencia de la variante Delta caen pesado sobre los esperanzados corazones.

No se descartan más cierres intermitentes y restricciones a la movilidad que podrían mermar el avance económico en los siguientes años.

Para este 2021 se proyecta que el planeta en su conjunto podría crecer a razón del 5.8%. No obstante, esa tendencia difícilmente se mantendrá hacia el 2022.

Además, la recuperación será desigual, mientras que China e India alcanzarán este año avances del 8.5% y 9.0%, respectivamente, en América Latina el rebote será de sólo 5.7% por debajo de la mayoría de las economías emergentes.

A lo anterior, sume que los niveles del PIB pre-Covid no se alcanzarán sino hasta finales del 2022, lo que nos ubicará entre las regiones más lentas de todo el planeta…

Campo minado… La realidad es que en AL persisten importantes obstáculos. Por un lado, los procesos de vacunación dejan mucho que desear. Más allá de naciones como Chile y Uruguay donde las tasas de inoculación han avanzado de forma notable, en otros países como Colombia, Brasil y México existen relevantes cuellos de botella que dificultan el acceso para la población en general.

Asimismo, persiste una marcada dependencia hacia las curas de China y Rusia, las cuales podrían ser menos efectivas para hacer frente a las nuevas cepas.

A la mezcla adhiera el limitado espacio fiscal y la eliminación de algunos apoyos públicos que podrían deteriorar aún más el ingreso y llevar al cierre de más Pymes en la región.

Sin embargo, Andrew Trahan, analista sénior para Latam de Fitch Solution, hace ver que la principal preocupación en la región es el descontento social y el efervescente riesgo político…

La ponchadura… En el caso específico de México el disgusto ante el manejo de la pandemia podría llevar a más manifestaciones y a una mayor desestabilización.

Por si fuera poco, desde afuera, los riesgos se exacerban. En los siguientes meses los paneles de controversia del T-MEC podrían ponerse a prueba ante las disputas derivadas por la polémica política energética del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

Amén de que no se descartan nuevas afrentas en lo referente al cumplimiento de las normas laborales. Lo que podría derivar en una crisis de confianza de los inversionistas.

En ese contexto, en el mejor de los casos, México podría avanzar este año a razón del 5.5% y desacelerar en años posteriores entre un 2% y 2.9%. Así que como ve, incertidumbre política, la ponchadura en el crecimiento…

En riesgo 3 millones de trabajadores subcontratados

Para septiembre… el mercado laboral podría tener un semblante diferente. Héctor Márquez, director de Relaciones Institucionales de ManpowerGroup, resalta que para ese mes los empleadores que utilizaban la subcontratación deberán cambiar de esquemas.

El problema es que la transformación podría no ser positiva. Datos de esa firma revelan que 60% de las empresas no podrán contratar de manera directa a esos empleados.

Bajo ese panorama se calcula que apenas 1 millón 380 mil trabajadores podrían ser contratados, mientras que 2 millones 760 mil migrarían a esquemas sin seguridad social y 469 mil perderían su chamba. Ups…

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.