Arturo Damm Arnal

De la contrarreforma (3/5)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. 
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
 
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Con la contrarreforma eléctrica se pretende que la electricidad se ofrezca a las familias a un precio bajo, para lo cual se les cobrará a las empresas un precio alto. Se pretende aplicar un subsidio cruzado: cobrar precios inferiores a los costos a ciertos consumidores (domésticos), y precios superiores a otros (industriales y/o comerciales), con la intención, que como intención es incuestionable, de beneficiar a las familias. La pregunta es si el subsidio cruzado es la manera correcta de lograr un mayor bienestar para las familias, que depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que disponen, producidos por empresas industriales, y ofrecidos por empresas comerciales, cuyos costos, consecuencia del subsidio cruzado, aumentarán.

Si se aprueba la contrarreforma eléctrica, y se aplica el subsidio cruzado, las empresas pagarán más por la electricidad (aumento en sus costos de producción), y las familias menos (aumento en su bienestar), todo ello ceteris paribus, es decir, si todo lo demás permanece constante, lo cual no sucederá, momento de recordar lo que dice Henry Hazlitt en su libro La economía en una lección: “El arte de la economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores”, sin olvidar lo que, al respecto, dijo Federico Bastiat en su texto Lo que se ve y lo que no se ve: “La diferencia entre un mal economista y uno bueno se reduce a que, mientras el primero se fija en el efecto visible, el segundo tiene en cuenta el efecto que se ve, pero también aquellos que es preciso prever”. Bastiat y Hazlitt, ¡cuánta falta hacen!

Supongamos (y escribo supongamos porque hay que ver lo que ha pasado con el precio del Gas Bienestar) que, efectivamente, consecuencia del subsidio cruzado, las tarifas domésticas bajan (o por lo menos no suben), por lo que las familias pagan menos (o por lo menos no más), por la electricidad. Pero, ¿qué puede pasar con el precio de otros bienes y servicios, producidos y ofrecidos por empresas industriales y comerciales, cuyos costos de producción aumentaron consecuencia del subsidio cruzado? Lo que puede pasar (dependiendo de la elasticidad del precio de la demanda, es decir, de la disposición de los consumidores de pagar un precio mayor), es que aumenten los precios de bienes y servicios, pudiendo resultar el caldo (el aumento en los precios de esos bienes y servicios), más caro que las albóndigas (el no aumento, o la baja, de las tarifas eléctricas).

Posible resultado de la contrarreforma eléctrica: electricidad más barata a cambio de bienes y servicios más caros.

Continuará.