Arturo Damm Arnal

De la corrupción

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

El pasado 27 de agosto, Patricia Armendáriz, diputada federal por Morena, tuiteó que “en primer semestre del año, se recuperan 10 billones de dólares por combate a la corrupción”, afirmación a la que hay que hacerle, para empezar, una precisión, relacionada con la cifra y, para terminar, una pregunta, relacionada con la posibilidad de recuperar ese dinero.

Diez billones de dólares (10 millones de millones de dólares), a un tipo de cambio de veinte pesos por dólar, equivalen a 200 billones de pesos (200 millones de millones de pesos), cifra que, según la diputada morenista, se recuperó, gracias al combate a la corrupción, durante el primer semestre del año, cifra que equivale a 7.7 veces el PIB nominal de la economía mexicana al segundo trimestre del año, que fue, según los datos del INEGI, de 25,931,369,200,000 de pesos, 26 millones de millones redondeando la cifra. Según Armendáriz, entre enero y junio se recuperó, gracias al combate contra la corrupción, una cantidad de dinero equivalente a 7.7 veces el PIB nominal, es decir, el ingreso generado en la economía mexicana. ¿Creíble? De ninguna manera.

Según el Presupuesto de Egresos de la Federación, en 2021 los gastos del gobierno federal sumarán la cantidad de 6,295,736,200,000 de pesos, 6.3 millones de millones, redondeando la cifra. Los 200 billones de pesos, que según Armendáriz se recuperaron gracias al combate a la corrupción, ¡nada más entre enero y junio pasados!, equivalen a 31.8 veces la cantidad de dinero que el gobierno federal pretende gastar este año. ¿Creíble? De ninguna manera.

Más allá de los increíbles números presentados por Armendáriz, está esta pregunta: ¿qué quiere decir que se recuperó dinero de la corrupción? Porque de eso habla la diputada, de recuperación de dinero. ¿Quiere decir que a aquellos que recibieron, por algún acto de corrupción, dinero, se les quitó lo recibido y que gracias a esas quitas se recuperaron 200 billones de pesos? Una cosa es que ya no se destine dinero a la corrupción y otra que se recupere el que ya se destinó a la misma, siendo menos difícil lo primero que lo segundo, por no decir que lo segundo resulta imposible.

Según la información más reciente del INEGI, para 2019, el costo de la corrupción en México suma anualmente, más/menos, redondeando la cifra, 13,000,000,000 de pesos. Los 200 billones mencionados por Armendáriz equivalen a 15,385 veces esa cantidad. Sí: ¡15,385! Obviamente la diputada tiene otros datos.

¿Qué tan eficaz ha sido en este sexenio la lucha contra la corrupción, no para recuperar el dinero que se destinó a la misma en el pasado, algo que resulta imposible, sino para evitar que se siga destinando en el presente y el futuro, algo que resulta difícil, pero no imposible?