Arturo Damm Arnal

Las dos preguntas

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Hoy termino un semestre más, en el cual impartí, en la Escuela de Gobierno y Economía de la UP, Historia Económica General, centrando la atención en el surgimiento y la formación, desde la Antigüedad hasta el momento presente, de la Economía de Mercado en el sentido institucional del término, aquella en la que hay Estado de Derecho, que es el gobierno de las leyes justas, que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos de los agentes económicos a la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y para demandar, comprar y consumir; y a la propiedad privada sobre los medios de producción necesarios para poder producir, ofrecer y vender, y sobre los ingresos necesarios para poder demandar, comprar y consumir.

Comencé el curso considerando, en función de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios a su disposición, la condición de los seres humanos al inicio de la historia, condición de precariedad relativa, comparándola con la de un consumidor hoy, con suficiente poder de compra, condición de relativa abundancia.

La diferencia estriba en la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios a disposición de los consumidores. Hoy cantidad, calidad y variedad son mayores que en cualquier tiempo pasado, lo cual se traduce en más y mejores posibilidades para elevar el bienestar de las personas que depende, de manera importante, de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios a su disposición, lo cual depende, por un lado, de la capacidad para producirlos, ofrecerlos y venderlos, el reto de los empresarios, y por el otro de la capacidad para demandarlos, comprarlos y consumirlos, el reto de los consumidores, retos que son dos caras de la misma moneda: la capacidad para demandar, comprar y consumir bienes y servicios depende de la capacidad para producirlos, ofrecerlos y venderlos, siendo la producción el medio y el consumo el fin.

La pregunta, una de las más importantes de la ciencia económica, es ¿qué condiciones se dieron para pasar de la relativa precariedad en materia de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios a disposición de los seres humanos, al inicio de la historia, a la abundancia relativa de hoy? La respuesta tiene que ver con el surgimiento, desarrollo y consolidación de la Economía de Mercado en el sentido institucional del término, una historia de la que debemos aprender, para lo cual hay que entenderla, entendimiento que se logra desde la ciencia económica.

Otra pregunta, no menos importante, es ¿qué condiciones se han dado para que, alcanzado un cierto grado de abundancia relativa (enriquecimiento), se den procesos de involución económica (empobrecimiento), como ha sucedido a lo largo de la historia, sobre todo la contemporánea? Parte de la respuesta tiene que ver con la merma o el abandono de la Economía de Mercado en el sentido institucional del término, siendo el ejemplo más extremo su sustitución por la economía gubernamentalmente planificada, sin libertad individual, sin propiedad privada.

¿Cuáles son las causas del enriquecimiento y el empobrecimiento? Conociéndolas y entendiéndolas pueden procurarse las primeras y evitarse las segundas. Que mis alumnos las conozcan y entiendan fue el propósito del curso de Historia Económica General.