Arturo Damm Arnal

Por algo se empieza (X)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
Arturo Damm Arnal
Por:

Esta es la décima entrega de un Pesos y Contrapesos con el nombre de Por algo se empieza. Me refiero al inicio hacia la recuperación, que pasará por tres etapas: dejar de hundirnos o tocar fondo; empezar a nadar hacia la superficie; salir a flote. Hoy nos encontramos entre la primera y la segunda, lejos todavía de la tercera.

Y tenemos los datos del Indicador Global de la Actividad Económica, IGAE, para junio. En mayo, comparando con abril, la actividad económica decreció 2.6 por ciento. En junio, comparando con mayo, la actividad económica creció 8.9 por ciento: menos 4.5 las actividades primarias (agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, actividades forestales), más 17.9 las secundarias (industrias manufactureras), más 6.2 las terciaras (sector de los servicios).

La actividad económica volvió a crecer, después de nueve meses consecutivos de crecimiento negativo: menos 17.5 en abril pasado, la mayor caída; menos 0.1 en diciembre de 2019, la menor.

La actividad económica volvió a crecer, ¡y lo hizo al 8.9 por ciento!, muy por arriba del promedio de los últimos años, que ha sido del 2.5 por ciento, pero ello se debió a lo que se conoce como “efecto rebote”: después de resultados tan malos como los de los meses anteriores, y dado que la base sobre la que se compara es muy baja, no resulta difícil obtener, por algún tiempo, excelentes resultados, como lo fue el crecimiento mensual del 8.9 por ciento en junio, tasa de crecimiento que, ni remotamente, se mantendrá en los próximos meses, cuando el “efecto rebote” se agote.

Aun con el crecimiento del 8.9 por ciento en junio, el nivel de la actividad económica en ese mes fue igual al que se tuvo en octubre de 2011, lo cual nos da una idea de la magnitud del retroceso.

Con los datos disponibles podemos decir, uno, que en mayo tocamos fondo, que dejamos de hundirnos; dos, que en junio comenzamos a nadar hacia la superficie; tres, que todavía nos falta un buen tramo para salir a flote, entendiendo por ello volver a estar, en cuanto a volumen de producción, como estábamos antes de que se iniciara la debacle, que inició con la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, en octubre de 2018, mes en el cual el índice de volumen de producción se ubicó en 112.9 unidades. En junio pasado estuvo en 96.4. Mientras no alcancemos ese índice de 112.9 unidades la recuperación (volver a estar como estábamos antes del inicio de la debacle) seguirá pendiente.

Buena noticia: en junio la actividad económica empezó su recuperación (volvió a crecer). Mala noticia: falta mucho para alcanzar los niveles que se tenían antes de la debacle (que empezó en noviembre de 2018). Pregunta: ¿se mantendrá la recuperación o habrá una recaída?

Mañana el análisis del PIB.