Del IGAE

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
Arturo Damm ArnalLa Razón de México
Por:

La buena noticia (con sus reservas por aquello del efecto rebote). En términos anuales, comparando con el año anterior, la producción de bienes y servicios, según el Indicador Global de la Actividad Económica, IGAE, creció 21.4 por ciento en abril: menos 0.1 las actividades primarias (ganadería, agricultura, silvicultura, pesca, etc.); más 35.7 las secundarias (las distintas industrias); más 17.0 las terciarias (todos los servicios).

La mala noticia (sin reserva alguna). En términos mensuales, comparando con el mes anterior, la producción de bienes y servicios decreció 0.2 por ciento en abril: menos 2.9 las primarias; menos 0.2 las secundarias; más 0.3 las terciarias.

De estas dos cifras la relevante, para responder correctamente la pregunta ¿cómo va la economía?, es la segunda, no la primera, que además es, por llamarla de alguna manera, engañosa, consecuencia del efecto rebote que veremos, en materia de producción, durante el segundo trimestre de este año, tanto si consideramos el IGAE, que se reporta mensualmente, como si tomamos en cuenta el PIB, que se reporta trimestralmente.

En términos anuales, en abril del 2020, en el momento más crítico de la recesión, consecuencia del cierre parcial de la economía, el IGAE decreció 19.8 por ciento, cifra con la que se comparó abril de este año, en el cual el IGAE creció 21.4 por ciento, consecuencia del efecto rebote: después de haber tenido un resultado muy malo, como el de abril de 2020, no resultó difícil, un año después, obtener un resultado muy bueno, muy por arriba de lo normal, normalidad que, para la economía mexicana, cuando del crecimiento de la producción se trata, es más o menos 2.5 por ciento.

Seguramente que para mayo veremos un comportamiento similar, ya que en mayo del año pasado el IGAE decreció 21.5 por ciento.

Lo que preocupa es que, en términos mensuales, después de haber crecido 2.7 por ciento en marzo, en abril el IGAE decreció 0.2, lo cual dio como resultado un crecimiento promedio a mensual, entre enero y abril, de 0.55 por ciento, el mayor de los últimos cuatro años: 2018, más 0.03; 2019, más 0.23; 2020, menos 4.83; 2021, más 0.55.

En términos mensuales lo bueno del comportamiento del IGAE es que este año, en promedio mensual, se logró el mejor resultado de los últimos cuatro. Lo malo, que después de haber crecido 2.7 por ciento en marzo, en abril decreció 0.2, muestra de la pérdida (¿pasajera?) de impulso de la producción, ligada con la creación de empleo y la generación de ingreso, de los cuales depende el bienestar de las familias, a partir del cual debe medirse el desempeño de la economía, bienestar de las familias que ha sido duramente golpeado por la recesión. Véase este documento del CONEVAL: https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/Carencias-sociales-datos-censales.aspx