Recuperación, ¿hasta cuándo?

En términos mensuales, comparando cada mes con el mes anterior, este fue el crecimiento de la actividad industrial (minería; generación de electricidad, gas y agua; construcción; manufactura) durante los primeros ocho meses del año: enero, más 0.4 por ciento; febrero, menos 0.4; marzo, menos 3.0; abril, menos 25.9; mayo, menos 1.2; junio, más 17.9; julio, más 6.9; agosto, más 3.3 por ciento. La buena noticia: sumamos tres meses consecutivos de crecimiento. La mala: cada vez menor.

En términos anuales, comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, este fue el crecimiento de la industria: enero, menos 1.8 por ciento; febrero, menos 3.3; marzo, menos 4.4; abril, menos 30.1; mayo, menos 29.6; junio, menos 17.5; julio, menos 11.4; agosto, menos 8.4 por ciento. La mala noticia: sumamos ocho meses de crecimiento negativo. La buena: sumamos cuatro meses de crecimiento negativo cada vez menor.

¿Cuál es la mejor manera de tomarle el pulso a la economía, de responder la pregunta cómo va, la comparación mensual o la anual? La mensual, comparar los resultados de un mes con los del mes anterior, y así, comparando mensualmente, sumamos ya tres meses consecutivos de crecimiento. Antes de que en términos anuales, comparando los resultados de un mes con los del mismo mes del año anterior, se recupere el crecimiento, éste debe recuperarse en la comparación mensual. Y en esas estamos.

Para darnos una idea del reto que tenemos enfrente caigamos en la cuenta de que en agosto pasado el nivel de la actividad industrial en México fue similar al que se tuvo en enero de 2010. De tal tamaño ha sido la recesión en el sector industrial.

Por sectores tenemos lo siguiente. El nivel alcanzado por la minería en agosto pasado fue similar al que se tuvo en octubre de 1995. El de la generación de electricidad, gas y agua fue similar al de febrero de 2019. El de la construcción fue similar al de septiembre de 2005. El de la manufacturera fue similar al de diciembre de 2014. La actividad industrial que menos retrocedió fue la generación de electricidad, gas y agua. La que registró un mayor retroceso fue la minería. Las diferencias son considerables.

¿Cuánto aporta el sector industrial, las actividades secundarias, a la producción de bienes y servicios, al Producto Interno Bruto, el PIB? El 28.9 por ciento del total. Las actividades primarias (agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, actividades forestales, etc.) aportan el 4.8 por ciento, y las actividades terciarias (todos los servicios desde financieros hasta hospitalarios) aportan el 66.3 por ciento restante.

Todavía falta mucho para recuperar los niveles que teníamos antes del inicio de la recesión en 2019. ¿Cuánto? Buena pregunta. Hay quienes pronostican, por lo menos, seis años.