Arturo Vieyra 

Exportaciones: crisis y oportunidades

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra
Arturo Vieyra
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México tiene una economía con un grado muy alto de apertura hacia el exterior, esto es, su interacción comercial con el resto del mundo es muy importante, el flujo de importaciones y exportaciones es significativo, equivalente al 70% del PIB.

México es de los países que más tratados comerciales tiene con otras naciones a fin de facilitar una integración favorable a la economía mundial fortaleciendo el crecimiento económico. Ello ha sido en las últimas décadas un apoyo fundamental al incremento de la competitividad en varios sectores y regiones de la economía.

Empero, la reciente crisis mundial ha sido un canal de transmisión muy importante de la recesión mundial; es decir, no sólo la parálisis de la actividad interna ha frenado el crecimiento económico de nuestro país, sino también el freno de la producción mundial, particularmente de los Estados Unidos afecta sensiblemente el desempeño económico mexicano. Es este sentido, las cifras son desalentadoras.

El estrecho vínculo comercial que existe entre México y nuestro vecino del norte ha implicado que nuestras exportaciones hacia ese país se hayan reducido poco más de la mitad, -53.5%, mientras que el total de importaciones de EU se redujo -26%. El impacto es realmente demoledor, al grado de que nuestra participación en el mercado de importaciones de ese país se redujo más de cinco puntos porcentuales para representar ahora menos de la décima parte.

Si bien la debacle exportadora mexicana hacia EU es generalizada en todos los sectores, buena parte del daño se ubica en el sector automotriz que, debido al cierre de las plantas, prácticamente desaparecieron sus envíos. La buena noticia es que la actividad del sector automotriz ha comenzado a reactivarse, por lo que veremos paulatinamente una nivelación de sus exportaciones. Otros sectores como la exportación de electrónicos y textil también sufrieron grandes daños reduciendo a la mitad sus envíos.

En paralelo, las exportaciones chinas —nuestro principal competidor— hacia EU también mostraron un comportamiento similar, e incluso, con mayor deterioro, lo que redujo su participación en el mercado de importaciones de EU significativamente. Es en este punto, donde se abren oportunidades para los exportadores mexicanos que, con excepción de la industria automotriz terminal, la similitud de exportaciones entre México y China hacia EU es muy grande.

La experiencia de la crisis ha puesto al descubierto enormes ventajas de la economía mexicana. Con la apertura gradual de las cadenas productivas, la proveeduría de productos mexicanos en los sectores esenciales hacia EU ha mostrado mayor eficiencia que la de otros países. La fricción comercial creciente entre EUA y China y la visión estratégica de relocalización de las cadenas de valor desde Asia hacia América del Norte en el marco del T-MEC abre enormes posibilidades para una mayor inversión en México para lograr fortalecer los vínculos productivos y comerciales. Ello redundará necesariamente en una mayor competitividad de las empresas mexicanas con la atracción de tecnología de punta.

Hay que tener muy claro que estas oportunidades no se realizan solas, hay que trabajar en el estudio sistemático de los sectores esenciales y prioritarios que apoyen las cadenas productivas de la región del T-MEC. Evidentemente ello requiere un ambiente de clara certidumbre y apoyo a la inversión privada nacional y extranjera.