Arturo Vieyra

Petróleo al alza: balance complicado

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Vieyra 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El pasado 6 de marzo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, declaró la posibilidad de prohibir la importación de petróleo ruso, lo que desató un fuerte nerviosismo en los mercados petroleros mundiales. Como consecuencia, el crudo Brent se disparó a casi 140 dólares por barril (dpb), el doble del precio cotizado a principios de diciembre. Si bien la especulación ha disminuido marginalmente, el precio del petróleo se mantiene en niveles altos, al escribir estas líneas el marcador Brent rondaba los 124 dpb. La incertidumbre sigue siendo muy grande y no existe garantía de una reducción pronta del precio del energético, por el contrario, hay pronósticos que lo ven en los 200 dpb dependiendo de si empeora la situación de guerra en Ucrania.

La preocupación principal que tiene en vilo a los mercados petroleros radica en si será posible cubrir la limitación de la oferta rusa en el mercado petrolero global (14% de las exportaciones mundiales de crudo con 4.5 millones de barriles diarios y 2.5 millones adicionales de exportaciones de productos petrolíferos, es el segundo mayor exportador de petróleo del mundo). Si desapareciera esa oferta de tajo en el mercado mundial la economía del planeta estaría en un grave riesgo. Si bien existen estrategias para cubrir la menor exportación rusa, no hay todavía una garantía de ello. en primer lugar, difícilmente Europa podría participar dada su dependencia de dicha fuente de energía rusa, Estados Unidos aumentará su producción, a la vez que la Agencia Internacional de Energía plantea también un incremento de la oferta haciendo uso de sus reservas estratégicas.

En consecuencia, la preocupación es cubrir el déficit que promoverán las sanciones a Rusia. Si atendemos el mercado de futuros, se perciben los niveles actuales del precio del crudo como transitorios, pero si reflejan un nivel mucho más alto de los precios. Por ejemplo, los futuros del Brent para diciembre de este año se incrementaron desde 74.3 dpb en diciembre del 2021 hasta 87.7 dpb el 8 de marzo. Un incremento significativo que no garantiza que no pueda continuar al alza.

En todo caso hablamos de un precio mayor del petróleo, que para México tiene diversas aristas negativas y positivas. Es un punto que desarrollaré con mayor detalle en el futuro. Por ahora vale la pena mencionar que los niveles actuales son mucho mayores al presupuestado (55 dpb) lo que, si bien significa mayores ingresos para el gobierno, también implican mayores subsidios a la gasolina si se pretende que los precios de ésta no se incrementen a la par que el precio del crudo, ello puede llevar a desaparecer los ingresos adicionales vía mayores subsidios al energético.

Asimismo, de acuerdo con cifras del Inegi, la balanza petrolera del país (no la de Pemex) es deficitaria, el año pasado alcanzó los 25 mil millones de dólares, así, el mayor precio del crudo implicará un mayor déficit comercial y, por tanto, mayores presiones sobre la paridad cambiaria. Finalmente, energéticos como la turbosina, el gas natural y el gas LP no están subsidiados y se cotizan con base en el precio internacional del crudo, ello conllevará a mayores presiones inflacionarias.

En consecuencia, el aprovechamiento de los mayores precios del petróleo requiere de un manejo complejo de diversas políticas económicas que deben redundar en un balance positivo en el dilema fundamental entre inflación y crecimiento.