Arturo Vieyra

Recuperación industrial asimétrica

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Vieyra 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La industria es el sector clave para la recuperación económica en este año, resulta vital tanto por las buenas como por las malas razones. Su importancia en el PIB está cerca del 30%, pero su impacto sobre la economía en su conjunto es realmente decisivo y mayor. Tan sólo considere que el sector industrial es el que comanda en su mayor parte la recuperación de toda la economía del país por el arrastre de la producción manufacturera y en particular de sus exportaciones y, por otro lado, es el sector que mayor insuficiencia de inversión muestra por la falta de estímulos a la industria de la construcción.

Desafortunadamente, las noticias recientes no son del todo buenas. Recordemos que son cuatro los grandes segmentos industriales: la minería, la construcción, las manufacturas y la producción de electricidad, gas y agua. El comportamiento entre esos mega-sectores es bastante asimétrico. Para medir este punto considere que, a pesar de que la producción industrial (PI) muestra una recuperación moderada, los niveles de casi todos los subsectores están todavía muy por debajo de lo que presentaban antes de la crisis.

Así, después de una caída de abril, la industria retorna en mayo a su proceso de recuperación con un aumento marginal de 0.1% respecto a abril. La PI en mayo se ubica 36.6% por arriba del nivel observado en el mismo mes del año pasado; no obstante, respecto a mayo del 2019 —es decir antes de la crisis— todavía presenta una caída de -3.5%.

Vale la pena mencionar que la industria de la construcción presentó una recuperación importante en mayo con un incremento de 2.0% respecto a abril. No obstante, sigue siendo uno de los sectores con mayor rezago, pues su nivel de producción se ubica todavía 6.9% por debajo de mayo del 2019.

Una tendencia opuesta se manifiesta en las manufacturas, por mucho el segmento que mayor reactivación ha mostrado después de las tremendas caídas de la producción en el primer semestre del año pasado, y uno de los sectores impulsores de la recuperación nacional. Sin embargo, el sector manufacturero registra en mayo por segundo mes consecutivo una reducción en su producción, ahora disminuye -0.7% respecto a abril debido principalmente a retroceso de sectores como el automotriz, química y textil.

Sin duda el estancamiento de la industria de la manufactura es una mala noticia, pero no es desde mi punto de vista un factor de preocupación, la recuperación de la producción manufacturera se sostendrá en paralelo con el proceso de expansión del mercado de los Estados Unidos, que viene incentivando las exportaciones mexicanas.

Finalmente, la minería es el único sector que ha podido reactivar su producción y remontar los niveles previos a la crisis tanto en los segmentos de la minería petrolera como la no petrolera, al mes de mayo la minería está 4% por arriba de mayo del 2019.

En conclusión, a pesar del buen desempeño de la industria, dista mucho de ser el óptimo, actualmente, los principales riesgos sobre el sector secundario —y en consecuencia sobre toda la economía— están en la tercera ola de contagios que implique un nuevo cierre de actividades y una desaceleración del mercado manufacturero de Estados Unidos.