Bibiana Belsasso

“Nunca vamos a ser amigos de EU, ni allá nos consideran así”

MUY PERSONAL

Bibiana Belsasso
Bibiana Belsasso
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Durante su visita a Washington, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió con su comitiva para depositar ofrendas florales en los monumentos de Abraham Lincoln y de Benito Juárez, en un acto con muchas simbologías, y de este tema platicamos con el historiador y escritor Alejandro Rosas.

AR: El Presidente ha reiterado en diversas ocasiones su admiración, desde luego, por Benito Juárez; no sé si es el mejor presidente que ha tenido México, porque las circunstancias en que gobernó fueron muy particulares, no habría manera de compararlo con nada…

BB: En su discurso López Obrador dijo que había sido el mejor Presidente de México.

AR: Sí, pero ¿con qué lo comparas?, por ejemplo, a nadie más le ha tocado una intervención contra Francia o un emperador como Maximiliano o la Guerra de Reforma. Entonces, ese tipo de afirmaciones son muy típicas de la historia llevada al terreno de la política. Sí creo que Juárez, como él lo piensa, es un personaje presidencial eje para entender el siglo XIX mexicano y, desde luego, es el fundador del Estado laico y triunfador del proyecto liberal; sí creo que es muy importante, entonces, esa admiración siempre la ha tenido por ahí. ¿Por qué con Abraham Lincoln?, porque curiosamente, cuando está gobernando Benito Juárez, en vísperas de la intervención francesa, más o menos de 1861 a 1867 que es cuando se da todo el proceso, en Estados Unidos está gobernando Lincoln y básicamente los dos comparten el mismo ideario de liberalismo, respeto a las libertades públicas, a derechos civiles y a derechos políticos. Lincoln es un gran personaje porque es el presidente que va a encabezar la defensa de la unión americana frente a la intención de los estados del sur de separarse, le toca la Guerra de Secesión, ésta que enfrentó a los estados del norte contra los del sur que eran esclavistas y además le tocó abolir la esclavitud en EU, entonces Juárez siempre se sintió muy identificado con él y él con Juárez, porque además Lincoln nunca quiso apoyar las pretensiones intervencionistas ni de Inglaterra ni de Francia ni de España cuando vinieron a México en 1861 a tratar de obligar a que México pagara su deuda externa, entonces, sí hubo una estrecha relación. El ministro mexicano que estaba en Washington como embajador se acercó siempre mucho a Lincoln, estaban al tanto perfectamente de lo que estaba sucediendo en uno y otro país y así como lo dijo López Obrador, Juárez lamentó muchísimo el asesinato de Lincoln en 1865; ya Lincoln no pudo ver el triunfo…, sí pudo ver el de los estados del norte en la Guerra de Secesión, pero ya no alcanzó a ver el de la República en México frente al imperio, porque el año que lo asesinaron fue el más difícil para la República, que logró sobreponerse y derrotar a Maximiliano dos años después.

Alejandro Rosas durante una entrevista, en enero de 2019.
Alejandro Rosas durante una entrevista, en enero de 2019.Foto: Especial

BB: De alguna manera el Presidente quiso hacer un paralelismo con la relación de Benito Juárez con su contraparte en Estados Unidos, con lo que se está viendo ahora.

AR: A mí me parece que el discurso tiene algunas partes muy bien, o sea, como deben ser muy protocolarios en las visitas oficiales; tampoco íbamos a encontrar las grandes declaraciones, pero evidentemente hay como 18 mil millones de años luz, 37 galaxias y 8 universos de distancia entre la hormiguita que es (Donald) Trump y lo que fue Abraham Lincoln, lo único que los une es que son miembros o más bien Lincoln fundó el partido republicano, eso sería la única cosa que los podría unir, porque Trump es exactamente lo que hubiera detestado Lincoln, alguien totalmente en contra…, seguramente Trump hubiera sido esclavista en ese momento. Sé que el “hubiera” no existe en la historia, pero para lo que nos ha demostrado con su política antimigrante, antimexicana y anti nueva migración, esos principios que hoy defiende Trump, jamás los hubiera defendido Lincoln, entonces yo no sé si López Obrador tenía la intención de hacer una comparación o más bien como asimilar a Lincoln con Trump, pero más bien creo que nada que ver, finalmente son dos personajes en dos contextos históricos. Me llama la atención este agradecimiento excesivo, los elogios y adjetivos que utiliza el Presidente al final de su discurso hacia Trump, porque exactamente todo lo que dice, lo maravilloso de Trump es exactamente lo contrario: no nos ha tratado bien, nos ha visto con desprecio, con racismo y clasismo y hasta insultado, por ahí dijo en algún momento que los migrantes eran violadores, asesinos y otro tipo de calificativos.

Su política antimigrante, antimexicana, anti nueva migración y todo eso, esos principios que hoy defiende Trump, jamás los hubiera defendido Lincoln

BB: Brindar ofrendas tanto a Juárez como en el monumento del expresidente Lincoln es una manera de llevar la historia al pasado y no al presente y tratar de decir que los héroes del pasado son los de ahora.

AR: Sí, desde luego, es más, te voy a decir, yo creo que el Presidente López Obrador sabe mucho más, mil veces más historia que Trump; creo que Trump siempre cuando busca algo de historia se va a google y pone “voy a tener suerte”, ¿no?, por lo que hemos visto, por el discurso que ha manejado siempre, sus citas históricas son escasísimas por no decir nulas, entonces, creo que precisamente lo que trata el Presidente o trató es un poco hablar de estos eventos y también mencionó a Washington, ¿no?, presidentes que realmente no eran amigos de México.

BB: El propio Benito Juárez se resguardó en Estados Unidos durante algún tiempo.

AR: Sí, claro, yo creo que las menciones a la historia norteamericana con presidentes que si bien no eran amigos de México tenían cierta simpatía o respeto por el país. De Washington es muy difícil hablarlo porque a él le toca todavía gobernar un país norteamericano, México no existía como tal, era la Nueva España; por ejemplo a Lincoln le tocó todo este proceso de liberalismo en México. Ahora, insisto, el Presidente habla mucho de la amistad, creo que es una cuestión eminentemente política de discurso, porque nunca jamás vamos a ser amigos de EU ni ellos nos van a considerar amigos, es vecindad, somos vecinos, en el momento en que el gobierno, en cualquier sexenio, comprenda eso creo que podría plantear la relación de otro modo porque nosotros siempre hemos bailado al son que nos ha tocado EU, nunca…, cuando ellos han sido mejores con nosotros tiene que ver con que lo que le conviene s, la frase que se acuñó en los años 60 de “Estados Unidos no tiene amigos, sólo intereses” es ciertísima, entonces, esa idea de que ‘mi amigo el presidente Trump’, no, Trump en cualquier momento le podría dar una puñalada, me parece muy afortunado que no haya sucedido nada, quizás el mayor temor, al menos en lo personal.

BB: Como historiador, ¿te gustaron las referencias históricas?

AR: Creo que estuvieron bien utilizadas, el Presidente insiste mucho en Juárez, me parece bien, creo que sí, yo creo que estuvo bien en ese sentido cómo utilizó a Lincoln o a Washington o mencionar a Lázaro Cárdenas en la expropiación, aquí sí creo que cumplió bien con sus referencias históricas, sin lugar a duda.