“El amor no se va nunca cuando la persona vale realmente la pena”

EN ENTREVISTA CON…

BIBIANA BELSASSO
BIBIANA BELSASSO
Por:
  • Bibiana Belsasso

El actor Héctor Suárez, perdió la vida a los 81 años de edad dejando un legado muy importante en el mundo de la actuación en México.

En 2015 cuando Héctor Suárez padeció cáncer de vejiga y anemia, platicamos con el sobre su vida y trayectoria.

Lucho siempre para salir adelante y por su salud y falleció mientras preparaba un nuevo proyecto.

BB: Héctor, tuviste una niñez muy difícil, en un barrio muy duro, platícanos un poco de esto.

HS: Sí, fue un barrio difícil, las circunstancias que me rodearon eran difíciles, no eran nada fáciles, pero tuve la gran fortuna de tener una abuela maravillosa, una abuela que era un hada madrina…

BB: Ella te crio

HS: …era mágica, era un ser hermoso, un ser muy bello, una mujer muy inteligente, con una inteligencia clara y una sabiduría innata.

BB: ¿Viviste mucho tiempo con ella y con tu hermano nada más?

HS: Viví hasta los 12 años, cuando me salí de la casa.

BB: Cuando te sales de la casa, ¿a dónde vas?

HS: (Risa) me fui con una mujer.

BB: Y, ¿cuántos años tenía la mujer?

HS: Era mucho más grande que yo, 25.

BB:¿Cuánto tiempo te fuiste con esta mujer?

HS: Ella me sacó de un hoyo, que era la colonia Obrera, ella era una persona muy preparada, leía mucho, me ayudó mucho, fue algo que se me presentó en la vida, llámalo una pareja que me hizo salir del hoyo, en el que yo vivía, a todos los niveles; a nivel intelectual, literario, en la pintura. Ella era una chica que era escultora y pintora y me fue enseñando el camino, llamémosle, “intelectual”. Yo no me considero un intelectual, ni nunca me he considerado un intelectual.

BB: ¿Pero influyó un poco para que empezaras a estudiar Arquitectura?

HS: Yo estudié unos años de Arquitectura, estaba en el segundo año de Arquitectura en la E.V.I.A., Escuela Vocacional de Ingeniería y Arquitectura en el Poli, hubiera yo pasado a primero de superior en la E.S.I.A., pero se me atravesó la profesión esta, tan hermosa, y dejé la Arquitectura. La dejé temporalmente porque a mis amigos y la casa donde vive tu servidor, está proyectada por mí, hecha por mí y todo.

BB: ¡Qué hermoso!, pero tampoco te esperabas que se te cruzaran estos caminos de la actuación, creo que fue una cuñada tuya la que te impulsó ¿no?

HS: Fue una novia de mi hermano, muy extraña, española, que llega a visitar a mi hermano que estaba enfermo y le pido que se espere, que no lo despierte porque pasó muy mala noche, la veo mover los labios y le digo, ¿qué haces? ―Estoy repasando líneas para una cosa, estoy estudiando para actriz―le dije, ¡Ay, no manches! ―A ver, ¿no me quieres tomar las líneas?―.

Era una escena de Irwin Shaw, “Enterrar a los Muertos”, me acuerdo muy bien, y le ayudé a leerla y me dijo, ¿por qué no te metes a actor? ― ¿Estás loca?, ¡chale! ―. Yo era ñerote del Poli, jugaba fútbol americano, box, imagínate, qué iba yo a querer ser actor. Y así me estuvo molestando cerca de dos meses y para que ya no me siguiera fastidiando, le dije: ok, vamos. Y me llevó de oyente a la clase de Carlos Ancira.

BB: Fue tu gran maestro, ¿verdad?

HS: Sí, claro. Cuando yo llegué ahí, pasó algo, era un 23 de noviembre de 1958, yo tenía 20 años, tengo 77, entonces tengo 57 años de actor.

Héctor Suárez, en imagen de archivo de 2015.
Héctor Suárez, en imagen de archivo de 2015.Foto: Cuartoscuro

BB: El maestro Ancira, te marca, y ¿cuándo empiezas a trabajar?

HS: Cuando llego a esa clase de oyente, ya estaban preparándose para sus exámenes, era noviembre, ya iban a hacer su examen de segundo año, para pasar a tercero y al estar yo ahí oyendo al maestro Ancira y todo, pues algo me hizo levantar la mano, no sé qué fue, y me volteó a ver Ancira y me dijo, dígame ― ¿Puedo pasar al escenario? ― ¿qué?

BB: ¡En tu vida habías actuado, ni se te había pasado por la cabeza!

HS: No, en mi vida. Entonces volteó a ver a todos los alumnos y les dijo, compañeros, aquí el señor vino de oyente y quiere pasar al escenario, ¿lo dejamos? Y todos ya sabes, ¡sí!, seguramente para burlarse. Me pasó al escenario y me dijo, ¿qué quiere hacer? ―Los ejercicios que acabo de ver que le puso a los alumnos―. Me puso uno y me acabaron aplaudiendo.

BB: Fíjese que yo tengo un maestro muy querido que es director de teatro y más, el maestro Quintanilla y me dice, Héctor Suárez es un actor nato, porque él ve la vida, analiza lo que está pasando y lo plasma de una manera impresionante. Porque además de todo tienes una sensibilidad muy grande.

HS: Independientemente que tenemos facultades dadas allá arriba, son prestadas, a ver qué hacemos con ellas. Luis Miguel tiene una cara y una voz hermosas, a ver qué haces con eso que te dan.

Eso es importante, qué haces con lo que se te brindó de arriba, porque todo viene de allá, las facultades son prestadas, en mi caso, cuando descubro la actuación, bueno, bajé con fiebre, sudando y como si me hubieran cambiado el metabolismo, algo me pasó, al día siguiente dejé Arquitectura. Cuando bajé del escenario, el maestro Ancira me dijo, y usted, ¿quién es? ―Yo soy Héctor― y, ¿qué hace? ―Estudiar Arquitectura―, me dijo, ¿no quiere echarse un café? ― Va―. Era el Café Río, en Córdoba y Orizaba. Nos tomamos un café y ahí empezó mi carrera, dejé la Arquitectura, dejé todo.

BB: ¿Empezaste a trabajar muy rápido?

HS: No te creas, me costó mucho trabajo. Arranqué con Ancira y durante nueve años y medio hicimos un teatro muy interesante, muy importante para México, introdujimos la gran vanguardia en México junto con Alejandro Jodorowsky, en la que hacíamos obras de Kafka, Ionesco, Strindberg, un teatro muy difícil, pero se colocó. A mucha gente le molestó el talento de Alejandro, a mí no, yo cogí a un Alejandro creativo, virgen, todo lo que nos dio y aprendimos de él. Y luego él era amigo de Marcel Marceau, y ya habíamos tomado todos los alumnos clases de pantomima, llevábamos año y medio tomando clases, pero el haber tomado clases de pantomima con Marcel Marceau, tres semanas, ¡uy, qué suerte!

BB: Una maravilla, pero además de todo, de un teatro serio, pasas a la comedia cuando siempre has dicho que no eres comediante, mucha gente te ve como comediante.

HS: Sí, me dicen cómico y no me molesta, para nada, y que me digan comediante, tampoco me molesta, lo que pasa es que aquí adentro yo no lo acepto, yo soy un actor, un actor genérico.

BB: Haces todos los papeles que se te presenten.

HS: Sí, canto, bailo, hago de todo, si ves la obra que estoy haciendo, me vas a ver bailar a mis 77 años, me vas a ver brincar, bailo danzón, bailo rock, bailo boogie, bailo todo, entonces, eres tan viejo como te sientas, porque todo está aquí (señala su corazón)

BB: Por eso no se te ven los 77 años, ¡qué impresión! ¿Siempre has sido tan espiritual?

HS: Sí, tenía una relación con Dios, porque era el que me enseñaron de niño, decían que Diosito era el maestro Jesús, entonces yo me iba todas las mañanas caminando de la colonia Obrera al Centro Escolar Revolución, que está en Arcos de Belén, que era la Cárcel de Belén, después la hicieron escuela, y pasaba por una iglesia con la imagen del maestro Jesús, y yo no entendía que estuviera lleno de sangre de sus rodillas y todo, a mí me laceraba mucho y hablaba yo con él y yo tenía una fe y una relación muy hermosa con él, una fe inquebrantable y esa fe se ha acrecentado más ahora.

BB: Además de todo, meditas, buscas caminos de espiritualidad.

HS: Sí, soy un buscador de hace muchos años, he estado estudiando meditación trascendental, física cuántica, filosofía y sí, soy un meditador.

BB: Que de alguna manera te ayuda para que puedas estar bien contigo y con todo tu entorno.

HS: Sí, porque la máquina humana está diseñada para hacer lo que quiera, basta que tú decretes lo que quiereqs hacer, a dónde quieres llegar y si te lo propones lo haces, estamos capacitados para eso.

BB: Eso también te ha ayudado con los conflictos que has tenido, tuviste un divorcio, distanciamientos y acercamientos con tus hijos, eres un hombre muy de familia, que valora mucho eso.

HS: Sí, y sigo viendo a Pepita, mi primera esposa, hoy hablé con ella una hora por teléfono, le llevo sus flores, la sigo amando, fíjate la palabra que acabo de usar.

BB: Es la mamá de tus hijos

HS: Puedes amar a una persona y aunque el amor ya no es el mismo, sigues amando a esa persona. Lo que rodea o acompaña ese amor, tal vez ya no es un beso o un abrazo, o hacer el amor; pero el amor no se va nunca cuando realmente una persona vale la pena, como Pepita que es un ser hermoso, que es un ser bello, que Dios la bendiga, es un ser que me ayudó mucho, me sacó del hoyo, es un ser muy inteligente, muy puro y hermoso.

BB: Me encanta que hables así, porque muchas veces te dicen, cómo pudo haber tenido esas parejas, pero la verdad que yo soy, hoy, quien soy, por las parejas que he tenido y por lo que he vivido.

HS: Sí, tú eres la consecuencia de todo lo que has vivido.

Puedes amar a una persona y aunque el amor ya no es el mismo, sigues amando a esa persona. Lo que rodea o acompaña ese amor, tal vez ya no es un beso o un abrazo o hacer el amor; pero el amor no se va nunca cuando realmente una persona vale la pena, como Pepita”

Héctor Suárez

BB: Y tienes ahora otra mujer, con otro bebé.

HS: Sí, hermosa, ya llevo 25 años con Zara que es una mujer hermosa, guapérrima y tengo una nenita de tres años y un niño de 17, con ella.

BB: ¿Qué tal tener una nenita de tres años, de la edad de tus nietos?

HS: Fíjate que ninguno de mis hijos, ni Julieta que tiene 43, ni Héctor que tiene 46, ni Rodrigo que tiene 17, han sacado la genética tan marcada mía de actor, es una niña de tres amos, cuatro meses, que nos tiene enloquecidos.

BB: Tu hijo Héctor es un gran actor.

HS: Sí, pero esta niña nos tiene enloquecidos, es algo que de pronto nos deja así, por lo que habla y cómo se expresa.

BB: Hablemos de política.

HS: ¡Qué flojera, no perdamos el tiempo!

BB: A ver, siempre has sido muy crítico con todos tus personajes. ¿Te duele México?

HS: En el alma, me puede mucho todo lo que pasa, me puede mucho que haya tanto traidor, tanto bandido, tanto ratero, tanto mantenido de la nación, tanta gente sin escrúpulos. Fíjate toda esta pelea que hay, imagínate qué bonito sería que pelearan todos por ayudar, pero no, no lo hacen por ayudar, es para hacerse ricos. El gobierno es un negociazo.

BB: Hablando de los anuncios que hiciste de Encuentro Social, hay mucha gente que te dice que cobraste por esos anuncios.

HS: No me importa que digan lo que digan, me vale madre, lo que diga la gente me tiene sin cuidado, yo soy quien soy.

BB: ¿Por qué los hiciste?

HS: Los hice porque estoy convencido, ahora ya me empieza a afectar. A mí no me gustan las opiniones que han dado abierta y públicamente de la religión, cada quien tiene su religión, yo tengo solucionada esa parte de mi Dios Universal y de pronto un cretino no sé cómo se llama, de Jalisco, dijo que está en contra del aborto y de las relaciones gays, de qué habla este imbécil, es un estúpido, y está en el partido. Pero, generalmente todos piensan así y es algo que ya me está empezando a afectar.

BB: ¿Ya te arrepentiste de haber hecho esos anuncios?

HS: No, no estoy arrepentido, quiero seguir, tengo muchos amigos dentro de esto, muy interesantes, muy importantes y muy valiosos, que vamos a luchar y pugnar porque no haya fuero y porque no haya políticos, aunque en un partido tiene que haber políticos, queremos políticos de los que ayudan, no de los que roban. Y ahí vamos, pero si no sale así, pues cuando menos me queda la satisfacción de haber luchado y haber buscado un lugar y una trinchera en donde pensé que iba yo a ser alguien. Si no se hace, seguiré en mi trinchera personal, luchando yo solo.

BB: Que siempre has luchador, a mí, por ejemplo, el personaje de El no hay, me encanta.

HS: El no hay es una víctima del sistema, no es que diga que no hay, por flojo, es una víctima, es la consecuencia de un sistema que le dice que no hay, si no hay arriba, cómo va a haber abajo.

BB: En un mundo ideal, ¿qué es lo que te gustaría ver? ¿Cómo podemos resolver para tener un mejor México, que finalmente es lo que quiere la gente que quiere a este país?

HS: ¿Un mejor México?, ¡híjole!

BB: ¿Imposible?

HS: Pues sí, el país es hermoso, es de primera, toda la riqueza que tiene, lástima que estemos inmersos en la corrupción, en la porquería, en la trampa, en el a ver quién chinga a quién y el a ver quién roba a quién. Es terrible, la honradez es muy difícil.

BB:¿cuál ha sido el día más triste de tu vida?

HS: Son muchos…yo era un niño de cinco años y mi mami era esteticista y venía con su petaquita en la calle, tocando de puerta en puerta, a ver quién quería que le arreglara las uñas o que le arreglara el pelo y todo. Y en esa búsqueda, un día encontramos unas gordas, ricachonas de la colonia Anzures y mi madre iba martes y jueves a arreglarlas. A mí me gustaba que me llevara los jueves, porque los jueves no estaba Pepito, el niño que vivía ahí, entonces yo agarraba todos sus juguetes, y había un frontón y tenía un avión de pedales y yo andaba ahí, feliz, y empecé a oír gritos y corrí asustado, a mi mamá la tenían en el baño, se había perdido un anillo de brillantes y la estaban culpando de que ella se lo había robado, le decían que el anillo estaba ahí, le gritaban horrible y estaba el jardinero esculcando la bolsa de mi mamá y cuando yo llegué asustado, dijeron, a ver al escuincle este, escúlquenlo. Y me rompieron hasta la bolsita de mis pantalones, llamaron a la Policía y nos llevaron en una patrulla y los policías quisieron abusar de mi madre, delante de mí, y yo sufrí mucho. Sí tengo un grave problema con la autoridad, hasta la fecha, y luego tengo un padre que conozco a los 11 años, militar mexicano, con esa milicia mal entendida. Ese día que quisieron abusar de mi madre y la manosearon toda, es algo que lo tengo muy marcado.

BB: ¡Qué fuerte pensar que hay tantos niños que viven en este país y eso lo viven todos los días! Y, ¿el día más feliz de tu vida?

HS: Son todos, hoy, en este instante soy muy feliz.

BB: ¿Qué alimentos te gustan ?

HS: Toda, no tengo predilección, no me hago difícil la vida, el alimento es el que te da Dios y cuando te llega algo, le buscas la forma de comerlo rico, que te satisfaga y te alimente y si tú hablas con tu cuerpo como lo hago yo diariamente, porque yo hablo con mi corazón, con mis piernas, les agradezco que me lleven, a este corazón mío que está latiendo desde chiquitito, lo amo, mis pulmones.

BB: ¿Haces ejercicio diario?

HS: Si camino, corro, hago yoga, soy un meditador desde hace 26 años.

BB: Complétame esta Frase, Héctor Suárez es…

HS: Es, ahí se queda, es… ¡Héctor Suárez es, no se anda por las ramas!

BB: Muchísimas gracias.