El atentado contra García Harfuch y Plaza Artz

BAJO SOSPECHA

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Un abrazo fuerte y solidario para Omar García Harfuch

“Vamos a ir con todo”, fue la amenaza del Cártel Jalisco Nueva Generación al secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, dos meses antes del atentado del pasado 26 de junio.

El día del ataque, en el que milagrosamente salvó la vida el secretario de Seguridad Ciudadana, él sabía perfecto quién lo había perpetrado, y a las pocas horas, con tres impactos de bala en el cuerpo, él mismo escribía en su cuenta de Twitter:

“Esta mañana fuimos cobardemente atacados por el CJNG, dos compañeros y amigos míos perdieron la vida; tengo tres impactos de bala y varias esquirlas. Nuestra nación tiene que continuar haciéndole frente a la cobarde delincuencia organizada. Continuaremos trabajando”.

Las amenazas ahí estaban. Semanas atrás —y después del homicidio del juez de distrito Uriel Villegas Ortiz, en Colima— el Centro Nacional de Inteligencia interceptó una llamada de un presunto miembro y jefe del CJNG, quien hablaba de un ataque a un alto funcionario del Gobierno.

El atentado fue un mensaje contundente del CJNG a las autoridades, en la zona supuestamente más vigilada y segura de la CDMX. Un cártel que ha intentado ingresar a la capital desde hace tiempo, buscando alianzas con el Cártel de Tláhuac y la Anti-Unión. Un CJNG que se siente acorralado y busca hacer demostraciones de poder con violencia extrema.

Como responsable del atentado en contra de García Harfuch fue detenido José Armando Briseño de Los Santos, alias El Vaca, presunto autor intelectual, en un predio de Tláhuac.

De los sicarios detenidos seguramente se obtendrá poca información. Fueron contratados en distintos estados del país y pocos se conocen entre sí. Sabían que venían a matar a una persona a la CDMX, pero no se les dijo a quién, hasta el último momento.

Trascendió que a cada uno de ellos le darían 100 mil pesos por el ataque. Un ataque en que se planeó el tiroteo, pero no la ruta de escape. Tampoco estos sicarios tenían preparación especial en el manejo de armas. Por ejemplo, la Barret 50 que después se encontró no pudo ser utilizada porque requiere de una base para ser accionada. Se buscó tener una gran cantidad de sicarios para impresionar, pero no tenían una gran preparación.

Modus operandi similar

Mauricio “N” y Esperanza “N” fueron presuntamente reclutados por El Vaca, quien les ofreció 100 mil y 25 mil pesos, respectivamente por ejecutar a dos iraelíes. Una cantidad similar les daría a los implicados en el ataque al jefe de la policía capitalina.
Mauricio “N” y Esperanza “N” fueron presuntamente reclutados por El Vaca, quien les ofreció 100 mil y 25 mil pesos, respectivamente por ejecutar a dos iraelíes. Una cantidad similar les daría a los implicados en el ataque al jefe de la policía capitalina.Foto: Especial

Hay similitudes, con toda proporción guardada, en el asesinato que se hizo en el Restaurante Hunan, en Plaza Artz.

El Vaca, detenido por el atentado en contra de García Harfuch, es señalado como jefe de sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación en Tonalá, Jalisco. Este criminal operó bajo las órdenes de Carlos Andrés Rivera Varela, El Morro, líder regional del CJNG, encargado de coordinar acciones violentas en contra de integrantes de grupos antagónicos.

De hecho, El Vaca es quien habría reclutado a las personas, entre ellas Esperanza, quienes atentaron en Plaza Artz contra los israelíes, el 24 de julio de 2019.

Desde 2017 hasta marzo de 2019, Esperanza trabajó como mesera en el Bar KM Snacks & Beer, administrado por Samantha Pérez, hija de Felipe de Jesús Pérez, El Ojos, quien fuera líder del Cártel de Tláhuac hasta julio del 2017, cuando fue abatido por efectivos policiacos y de la Marina.

En los homicidios de la Plaza Artz se identificó la participación del Cártel Jalisco Nueva Generación, ya que los israelíes Benjamín Yeshurun Sutchi y Alon Azulay, blanqueaban dinero para ese grupo delictivo; pero luego de unas diferencias el CJNG ordenó matarlos, utilizando a integrantes del Cártel de Tláhuac.

El 12 de febrero de este año, agentes de la Policía de Investigación detuvieron a Carlos Fernando Huerta Núñez, El Viejón, encargado de coordinar a los sicarios que ejecutaron a los dos israelíes en la Plaza Artz.

Se sabe que El Viejón era el líder de sicarios de la célula del CJNG en la Ciudad de México, incluso habría sido parte de la ahora extinta Policía Judicial del Distrito Federal.

En el caso del atentado contra el secretario de Seguridad de la CDMX, El Vaca habría reclutado a 28 sicarios de distintas entidades, como la Ciudad de México, Guadalajara, Guerrero, Nayarit, Chihuahua, Michoacán, e incluso uno de nacionalidad colombiana. De los 28, 19 ya fueron detenidos.

El vocero de la Fiscalía, Ulises Lara, dijo que la agresión fue planeada desde hace unas tres semanas. Un día antes del atentado, el jueves, los agresores fueron trasladados a diversos lugares para recoger armas, pero encapuchados, para que no identificaran los puntos, y después los llevaron a tres sitios del trayecto que recorrería el titular de la SSC al día siguiente.

El arsenal utilizado en la agresión incluye un lanzagranadas, 34 armas largas y ocho cortas, siete granadas de fragmentación, cinco fusiles Barret, 39 chalecos tácticos, 51 bombas molotov, 96 cargadores y dos mil 805 cartuchos; además de los 414 casquillos percutidos y 13 vehículos.

El responsable del atentado en contra de García Harfuch, Briseño de Los Santos, fue resguardado y protegido en Tláhuac, justo donde fue detenido.

En el doble asesinato en Plaza Artz, Esperanza “N”, quien fue vinculada a proceso por el homicidio de los israelíes, declaró que trabajó como mesera en el Bar MK administrado por una de las hijas de Felipe de Jesús Pérez, El Ojos, líder del Cártel de Tláhuac.

El otro tirador de la Plaza Artz fue Mauricio “N”, El Mawicho, de 23 años. Logró escapar el día del homicidio, pero días después fue capturado en Zapopan, Jalisco; un lugar estratégico para el CJNG.

Días antes del ataque, El Mawicho se trasladó de Jalisco a la Ciudad de México, junto con otros sujetos, y recibió instrucciones precisas de perpetrar la agresión junto a Esperanza “N”. También estuvo en Tláhuac.

En las declaraciones se dijo que el CJNG pagó 10 mil pesos en efectivo a El Mawicho, a quien le prometieron la entrega de otros 90 mil pesos en cuanto terminara el trabajo encomendado; a Esperanza presuntamente le entregaron cinco mil pesos, de los 25 mil que le prometieron.

Es la misma forma de reclutar sicarios en ambos casos y las mismas cantidades las que se les ofrecieron.

Un informe de inteligencia federal realizado en 2019 señala que el CJNG se asentó en las alcaldías que hacen frontera con el Estado de México: Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Tláhuac, Iztapalapa, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza. Se tiene presencia de esta organización en la CDMX, pero no la que estos grupos quisieran. Por eso hoy buscan enfrentar a las autoridades.

Por cierto, Omar García Harfuch fue precisamente quien hizo toda la investigación del doble asesinato de Plaza Artz.