Bibiana Belsasso

La botana no tiene la culpa

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana Belsasso
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México se encuentra entre los primeros cuatro países del mundo en el número de decesos y el séptimo en contagios por Covid-19. Claramente la estrategia para contener la pandemia ha sido un fracaso.

Hugo López-Gatell, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, quien ha sido el estratega y vocero, ya no sabe a quién echarle la culpa; ahora responsabilizó a las empresas de alimentos ultraprocesados y a los Gobiernos de los últimos 40 años por la epidemia de enfermedades crónicas, como la hipertensión, diabetes y obesidad, las cuales son factor en los decesos por el SARS-CoV-2.

Es verdad que el Covid-19 se complica con este tipo de enfermedades, pero también se sabía desde años antes de la pandemia, que México tiene altos índices de personas diabéticas e hipertensas.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en nuestro país 8.7 millones de personas sufren diabetes. Con ese dato, las autoridades de salud debieron prever, sabiendo que la población en México tiene altas probabilidades de que un contagio de Covid-19 se complique.

El sábado pasado, en el municipio de Berriozábal, Chiapas, durante la puesta en marcha de la estrategia de Intervención Social de Salud Comunitaria para impulsar los trabajos para prevenir contagios de Covid-19, López-Gatell dijo: “¿Para qué necesitamos veneno embotellado de los refrescos? ¿Para qué necesitamos comer donas, pastelitos y papitas, que además traen la alimentación tóxica y la contaminación ambiental, como los plásticos que acaban en los riachuelos, van al Cañón del Sumidero, contaminan el mar?".

En respuesta, la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac) reprobó la “estigmatización”, por parte del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en contra de las empresas refresqueras, y llamó al diálogo “respetuoso y constructivo”.

Además, refrescos, papitas y donas hay en casi todo el mundo; el problema de México es mucho más de fondo. El alto consumo de estos productos también va de la mano con la pobreza que se tiene en nuestro país, porque son productos de bajo costo. ¿Qué va a consumir una familia que gana cien pesos al día?

Hay que recordar que López-Gatell ha sido uno de los principales promotores de la modificación a la Norma Oficial Mexicana 051, sobre el etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas, donde comenzarán a verse sellos para advertir al público sobre el exceso de grasas saturadas y trans, azúcares, sodio y calorías.

Y quieren que de inmediato se cambie el etiquetado. Es un proceso largo que no se puede hacer de la noche a la mañana.

A finales de marzo, la Secretaría de Economía publicó las especificaciones generales para el nuevo etiquetado que obliga a la industria a colocar sellos negros de advertencia con frases como “contiene cafeína”, “evitar en niños” y “contiene edulcorantes”; medida que entrará en vigor el próximo 1 de octubre.

Nueva norma

Entre las medidas que impondrá la nueva norma incluye que los productos preenvasados que ostenten uno o más sellos de advertencia o la leyenda de edulcorantes, no deben incluir en la etiqueta personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, mascotas, o elementos dirigidos a promover su consumo en niños.
Entre las medidas que impondrá la nueva norma incluye que los productos preenvasados que ostenten uno o más sellos de advertencia o la leyenda de edulcorantes, no deben incluir en la etiqueta personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, mascotas, o elementos dirigidos a promover su consumo en niños.Foto: etiquetadosclaros.org

Semanas antes, el Vigésimo Primer Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Administrativa revocó un amparo impuesto por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) para detener la publicación de dicha norma.

Hay que tomar en cuenta el contexto actual por el que atraviesa nuestro país, ya que se necesita más tiempo para poder aplicar la medida, debido a las restricciones que sufrió la industria por la pandemia.

Lo que llama la atención es que esa información ya está en las envolturas de los productos, donde vienen las grasas, los azúcares, el sodio y calorías.

De entrar en vigor esta ley, el próximo 1 de octubre, miles de toneladas de productos como leche, pan, jugos o refrescos podrían irse directamente a la basura.

Y es que la entrada en vigor de la NOM-051 cuenta con plazos muy cortos para su implementación. De no haber una prórroga, no quedará otra opción que tirar todos los productos a la basura, en un momento donde millones de mexicanos están padeciendo de hambre y sufriendo una terrible crisis económica.

Además, miles de tiendas y autoservicios tendrían que vaciar sus anaqueles ante la entrada en vigor de una norma en un corto plazo.

Por si fuera poco, esto también impactará en los precios de los productos básicos y pondrá a la economía doméstica en una situación peor que la actual.

Hay que tomar en cuenta el contexto actual por el que atraviesa nuestro país, ¿se imagina usted que se dejen de vender refrescos, papas y pastelitos de la noche a la mañana?

Hay que hacer una estrategia para que el consumidor obtenga toda la información nutricional de los productos, sin dejar a la gente sin esos productos. ¿Quién puede en este momento distribuir alimentos?

Nada más falta que ahora a los lugares más alejados del país los dejen sin papas y refrescos. ¿Con qué lo van a sustituir? ¿A qué precio?

Cualquier estrategia de esta índole que afecte a la industria alimentaria, a los pequeños comercios, a las tienditas de la esquina, pero sobre todo, a los consumidores, se debe de planificar e implementar correctamente.

Mientras tanto, no es por el consumo de refrescos que tenemos casi 40 mil muertos por Covid-19 en México; las autoridades deben de asumir la falta de previsión en estos momentos de pandemia y enfocar los esfuerzos en resolver la situación crítica de salud y económica por la que atraviesan casi todos los mexicanos.