Bibiana Belsasso

Escasez de medicamentos psiquiátricos

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana Belsasso
Por:

Las enfermedades mentales generan malestar y sufrimiento, alteran el funcionamiento de quien las padece, de su familia, amigos, y pueden hacer que se llegue a perder el trabajo o, pero aún, la vida.

Quienes las padecen aparentemente son las mismas personas, lo que está alterado es su pensamiento, emociones y conductas. Las enfermedades psiquiátricas muchas veces pasan desapercibidas, y cuando son detectadas es porque la crisis ya estalló. Mucha gente con trastornos mentales puede vivir perfectamente normal, siempre y cuando esté bien medicada. Retirar esos medicamentos de golpe, sobre todo cuando se necesitan, altera gravemente su salud.

Hoy, México enfrenta un desabasto importante en medicamentos para padecimientos psiquiátricos. Desde noviembre de 2019, pacientes y familiares que acuden a servicios públicos aseguran que no han podido obtener medicamentos para tratamiento de padecimientos del sistema nervioso central, como depresión mayor, ansiedad, psicosis, esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno depresivo persistente, trastorno disfórico premenstrual, fobias, angustias, estrés postraumático, déficit de atención por hiperactividad (TDH), epilepsia, alzheimer, demencia y duelo no resuelto.

Según reporte del Instituto Farmacéutico de México (Inefam), el cual se dedica al análisis e investigación sobre el mercado público de medicamentos, el Gobierno de México dejó de comprar hasta 20% menos piezas de este grupo terapéutico en 2020, respecto al año anterior. Este dato es el más bajo de los últimos años (16,505,324 piezas), apenas equiparable con 2013 (16,053,330 piezas). Destaca además que la inversión pública en este grupo de medicamentos es 40% menor respecto a 2019, pasando de 665 millones 351 mil 317.01 pesos a 397 millones 490 mil 042.91 en 2020.

Inefam también indica que las compras en este grupo, del cual existen más de 60 claves disponibles para el mercado público, se enfocaron en las medicinas más baratas, pues el precio promedio de compra por pieza en 2019 fue de 32.46 pesos y de 24.08 pesos en 2020.

Las situaciones de crisis pueden potenciar distintos trastornos. Desde que empezó el confinamiento por la pandemia por Covid-19 en marzo, las llamadas de ayuda por temas de salud mental debido al encierro crecieron 900%, por trastornos, como insomnio, ansiedad, depresión y estrés.

Mucha gente cree que sufre un infarto, cuando en realidad puede ser un ataque de ansiedad. Las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Se llegan a dar golpes, tienen sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror, que alcanzan un máximo en minutos. Para trastornos de ansiedad, depresión, bipolaridad entre otros, estos medicamentos son fundamentales para que el paciente lleve una vida normal. Especialistas coinciden en que, desde que inició la pandemia, en México los trastornos mentales se han multiplicado, justo ahora que el sistema de salud enfrenta desabasto en medicamentos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental se define como el “bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, y, en última instancia, el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación”, y estima que alrededor del mundo existen cerca de mil millones de personas que padecen algún trastorno mental; 3 millones que mueren cada año a causa del uso nocivo de alcohol y otras sustancias, y cada 40 segundos una persona se suicida.

En México, la Secretaría de Salud (Ssa) calcula que existen alrededor de 15 millones de personas con algún trastorno mental, la mayoría adultos y jóvenes en edad productiva. Los diagnósticos más frecuentes son: depresión, ansiedad, insomnio, trastorno por déficit de atención, autismo y trastornos de la conducta alimentaria. Pero esta cifra podría ser mucho más alta.

Los trastornos mentales graves, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, se asocian con un aumento muy elevado de la mortalidad prematura. Está demostrado que las personas con enfermedades mentales graves mueren entre 15 y 20 años antes que el promedio de las personas sin trastornos. Esto incluye la muerte por enfermedades infecciosas, como la neumonía y la influenza.

No sé por qué razón disminuyó la compra de medicamentos para enfermedades psiquiátricas. Desde que empezó a trabajar el equipo de transición del Presidente Andrés Manuel López Obrador se canceló la compra de la mayoría de los medicamentos argumentando corrupción, que no se ha podido comprobar, pero sí se canceló la adquisición de éstos y muchos otros medicamentos sin tener proveedores alternos para evitar que el sistema de salud y miles de pacientes quedaran sin recibirlos. Y nos aseguran, que, para febrero, la crisis de desabasto será escandalosa.