Mujeres, la perdición de narcos

BAJO SOSPECHA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. 
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Primera parte: Rafael Caro Quintero y Joaquín Guzmán Loera.

El pasado viernes 15 de julio, por segunda ocasión fue detenido Rafael Caro Quintero, por elementos de la Secretaría de Marina (Semar) en la comunidad de San Simón, del municipio de Choix, Sinaloa.

Caen tras SALIR Del triángulo dorado

Los capos, Caro Quintero y El Chapo Guzmán, tras su recaptura, el viernes pasado y en enero del 2016, respectivamente.
Los capos, Caro Quintero y El Chapo Guzmán, tras su recaptura, el viernes pasado y en enero del 2016, respectivamente.Foto: Cuartoscuro

Ahora duerme en el penal federal de alta seguridad del Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México.

Caro Quintero estaba en una zona serrana de Sinaloa, escondido entre los matorrales. Encontrar a narcotraficantes del Cártel de Sinaloa, dentro del triángulo dorado, es prácticamente imposible. Ahí se resguardó también El Chapo Guzmán durante años, y hasta que salió de esa zona de protección le siguieron los pasos para su detención.

Versiones extraoficiales aseguran que Caro Quintero, habría abandonado el triángulo dorado para verse con una mujer en la Ciudad de México y fue así como fue ubicado.

Y es que, en muchos casos, los capos de la droga han sido descubiertos porque buscaron a sus mujeres o familia.

Por mujeres cayeron Rafael Caro Quintero, El Chapo Guzmán, Pablo Escobar, el general José Gutiérrez Rebollo, Amado Carrillo, entre otros narcotraficantes.

Rafael Caro Quintero. La historia de amor de Rafael Caro Quintero, en la década de los ochenta, con quien fuera hija del secretario de Salud de Jalisco y sobrina del gobernador, Sara Cosío Vidaurri, lo llevó a su detención.

Durante años, Caro Quintero operó libremente en territorio mexicano, pero tras la tortura y asesinatos de Enrique Kiki Camarena, un agente de la DEA, y su piloto Alfredo Zavala, ocurridos en 1984, sabía que tenía que esconderse porque lo detendrían.

Se subió a un avión junto con Sara Cosío y se fueron a la lujosa finca “La Quinta la California”, dentro de la comunidad de San Rafael de Ojo de Agua, en Alajuela, Costa Rica.

La familia de Cosío denunció que narcotraficantes habían secuestrado a Sara, pero ella lo desmintió cuando fue detenido Caro Quintero.

Y es que se supo de su paradero, porque al mes de haberse fugado con el narcotraficante, ella llamó a sus padres, interceptaron la llamada, y en un supuesto rescate del secuestro de Cosío, atraparon a Caro Quintero.

Sara creció dentro de una familia muy poderosa de Jalisco, con un alto poder adquisitivo, por lo que a Sara le gustaba salir a los restaurantes y centros nocturnos más caros de Guadalajara. Tanto ella como Caro Quintero se conocieron en uno de esos lugares.

Personas cercanas a Sara revelaron que su carácter fue lo que enamoró a Caro Quintero, asegurando que antes de que tuvieran una relación formal, rechazó al capo más de una vez.

A pesar de que la familia de Sara no estaba de acuerdo con la relación, continuaron conociéndose y cuentan que se enamoraron. Tras la primera detención de Caro Quintero, Carlos Monsiváis publicó en la Revista Nexos una carta presuntamente firmada por Sara Cosío, en la que dedica unas palabras de amor a Quintero.

“Rafael: aunque todo haya sido tan alocadamente, tú te portaste muy bien y la verdad eres bien bueno, nada más que quieres hacerte el malo, pero me trataste con mucho respeto y cariño. Por eso vas a ver que no pienso quedarte mal y quiero que te portes bien y te cuides mucho, eh. De todas maneras, gracias y nunca lo vamos a olvidar. Sara”.

En la única rueda de prensa en la que fue entrevistado Caro Quintero, en 1985, tras ser detenido, indicó que su “único vicio eran las mujeres”.

Joaquín El Chapo Guzmán. Cuando platicó con la criminóloga Mónica Ramírez Cano, quien realizó su perfil psicológico en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, en 2016 tras su reaprehensión, Joaquín El Chapo Guzmán le dijo una frase muy parecida a la de Caro Quintero, que su vicio eran las mujeres.

Luego de haberse fugado por un túnel de la cárcel de máxima seguridad, en Almoloya de Juárez, EL Chapo se resguardó mucho tiempo en el triángulo dorado. Que las autoridades lo hubieran localizado ahí era prácticamente imposible, lo cierto es que lo descubrieron, tras 17 meses de investigación, por llamadas interceptadas a la actriz Kate del Castillo y se supo que tendría una reunión con el líder del Cártel de Sinaloa.

La entonces Procuraduría General de la República (PGR) vigiló a Kate del Castillo desde el 25 de septiembre del 2015.

Un año antes, la actriz se había reunido con abogados del narcotraficante en un restaurante de Guadalajara, donde le propusieron producir la película biográfica de Guzmán Loera, y ella les comentó que quería llevar al actor Sean Penn, y quien contó todo lo de su encuentro a la revista Rolling Stone.

Estos datos sirvieron para dar con El Chapo, quien buscaba, a través de túneles instalados en sus domicilios, evadir a la justicia, hasta que pudo más sus ganas de mantener contacto con una mujer famosa.

Recordemos que El Chapo Guzmán también tenía devoción por su esposa, Emma Coronel Aispuro. Dicen los cercanos a Guzmán Loera, que él estaba muy cómodo en el triángulo dorado y que sólo salía de esa zona, porque Emma quería que ella y sus hijas salieran un poco de ahí.

Fue recapturado en Mazatlán, Sinaloa, en un departamento donde se encontraba con su esposa Emma Coronel y las dos gemelitas. Cuando llegaron a detenerlo no opuso resistencia, se entregó para no causarle un conflicto a su esposa e hijas.

Cuando se lo llevaron, le permitieron hacer una llamada y fue a Emma, le habló, cuentan los que lo detuvieron, de una forma muy amorosa, nadie imaginaría que un hombre tan rudo como Guzmán Loera le hablara dulcemente a Emma. Las autoridades le aseguraron al narcotraficante que su mujer y niñas estarían bien y cumplieron.