Bibiana Belsasso

“El tema homosexual ha adquirido fuerza, pero también detractores”

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Después de tanto tiempo de pandemia Horacio Villalobos regresa al teatro de forma presencial con la obra Los Chicos de la Banda, platicamos con él sobre la obra, pero también sobre la polarización que existe en nuestro país.

HORACIO VILLALOBOS (HV): (Estoy) feliz en el teatro presencial, antes ese término no se utilizaba, pero después de la pandemia se volvió muy popular si era algo presencial o no, y regresamos. Afortunadamente nos ha ido muy bien, la obra, creo que además maduró mucho, es muy fuerte, es muy divertida, es una obra que deja a la gente con el corazón en la mano, pero además todo esto a través del humor negro.

Ya sabes que Los Chicos de la Banda es una obra que se hizo en 1968, está ubicada en ese momento de la historia, ocurre en Nueva York y es una fiesta que organiza Michael para su mejor amigo Harold y bueno, invita a todos los amigos de Harold que son homosexuales, pero irrumpe en esta fiesta un amigo de Michael, otro amigo de Michael que es heterosexual y que no sabe ni qué de Michael, ni que va a llegar a una fiesta gay, y este personaje que se llama Alan representa a la sociedad, es muy interesante, es una de las mejores piezas de teatro que existe, ahora sí, en el catálogo de las obras contemporáneas del teatro estadounidense, fue escrita por Mart Crowley y la verdad es que es una gozada porque es risa, risa, risa, te mete un susto, risa, risa, risa, susto y la gente sale feliz, bueno, el domingo pasado tuvimos un aplauso de ¡ocho minutos!, querida Bibiana, lo cual pues me llena el alma, estoy muy feliz.

El intérprete, durante una escena de la obra.
El intérprete, durante una escena de la obra.Foto: Especial

Bibiana Belsasso (BB): Es una obra de los 60 cuando todavía había muchísima discriminación contra la comunidad lésbico-gay. Han mejorado las cosas, se han abierto aparentemente, pero de fondo no.

HV: Exactamente, aparentemente han mejorado, pero de fondo no, por supuesto que sigue habiendo una gran discriminación, por supuesto también, por el otro lado hemos tenido ciertos avances, pero la verdad que por más leyes que favorezcan el matrimonio entre personas del mismo sexo o la adopción homoparental, si la gente no se acepta, no sirve de nada, eh, que haya leyes. Y luego, en un mundo como el que vivimos hoy y que está dividido y convulso este tema ha adquirido mayor fuerza, pero también mayor número de detractores, entonces…  

Hoy el país esta polarizado, no sólo en la política, sino también en todos los ámbitos de la sociedad

BB:  Vivimos en un mundo polarizado, de blancos y negros.

HV: Sí, te platico, exactamente, la vida va del blanco al negro en todos los tonos de gris, pero cuando hay tanto encono y tanto odio y tan poca información y el tejido social está putrefacto nos convertimos como en telenovela, o buenos o malos, ¿no? En el mundo gay también, o en el mundo de la diversidad sexual, por supuesto como apenas se está entendiendo y la gente está aceptándose y saliendo y luchando, como te dije hace un momento, hay detractores, pero también creen que es o bueno o malo y no es cierto, es decir, que yo te caiga mal no significa que tú seas homófoba, significa que te caigo mal, ¿no?, y entonces, como todo mundo está tan sensible, si resulta que te caí mal una persona trans, entonces ya eres transfóbico, no, a  ver, la gente aprendió palabras como discriminación, racismo y otras, identidad de género, han entendido el concepto, preferencia sexual, pero no lo comprenden cabalmente, entonces a la menos provocación te tachan o de homofóbico, o de transfóbico y todo eso es parte de que no hemos alcanzado a comprender cómo están las cosas y espero que eventualmente lo entendamos. Cuando esta obra se escribe, que además sucede en Nueva York, tú imagínate que ser homosexual era un delito, te metían a la cárcel, existía la policía antivicio, imagínate nada más lo qué es eso, Bibiana, hablo de Nueva York, la capital del mundo, no te estoy hablando de una ciudad conservadora en México, no, no, no, te estoy hablando de Nueva York, entonces tú te imaginas que del ’68 para acá, que son más de cincuenta años sí las cosas han cambiado, pero…, o sea, creo que muy poco en un aspecto y mucho en otro, pero como te dije, si no hay aceptación entonces por más leyes que favorezcan esto, estamos fritos y la gente no entiende que la caridad empieza por la casa de uno.

La historia se ubica en 1968, en Nueva York; se presenta en el Teatro Xola.
La historia se ubica en 1968, en Nueva York; se presenta en el Teatro Xola.Foto: Especial

BB: ¿Por qué tenemos que ir a ver Los Chicos de la Banda?

HV: En primer lugar, porque es una producción de primera clase, con unos actores fantásticos, la historia es una de las historias más importantes de la dramaturgia contemporánea, porque van a reír, porque van a entender muchas cosas porque todos somos parte de la diversidad y no únicamente habla de este asunto de la preferencia sexual, no, habla de los que somos los seres humanos, la gente va a flipar de la risa, la van a pasar muy bien. Además, ya estamos en últimas funciones porque ya vamos a acabar, porque era una corta temporada, entonces estamos en el Teatro Xola, los viernes 8:30 pm, sábados 6:00 y 8:30 pm y los domingos a las 6 de la tarde.

BB: Estás haciendo un programa todos los días, matutino, en Venga la Alegría, estás haciendo tu podcast, estás en la obra, siempre innovando y siempre haciendo cosas, ¿a qué hora duermes?

HV: No, pues no duermo, duermo muy poco, además hago ejercicio que es lo que me ayuda a aguantar tanto y la verdad es que en la obra…

Hoy el país esta polarizado, no sólo en la política, sino también en todos los ámbitos de la sociedad

BB: Y ¿qué crees?, estás bien goloso.

HV: Pues por eso, mi hijita.

Te voy a contar una cosa, la obra fue escrita por Mart Crowley en una semana, él estaba muy enojado porque no tenía trabajo y la obra es una obra furiosa, entonces tienes que salir como actor a matar, porque la versión cinematográfica, tanto la de los 70’s, como la de Netflix, son cursis, cursis, cursis, parece un capítulo de “Lo que Callamos los Jotos”, ¿me entiendes?...

La obra es fúrica y además está llena de humor gay, que el humor gay es un humor negro, que viene de reírte primero de ti antes de que los demás se rían de ti, fíjate nada más, ese es el humor gay, por eso es tan, tan, tan corrosivo.

La cultura y la educación son los únicos elementos que tenemos para reestructurar el tejido social que en nuestro país está podrido, entonces ir a ver una obra de teatro, con un texto fantástico, va a ayudar a que seamos más empáticos, a que entendamos que pues nuestra familia y nuestros conocidos todos son parte de la diversidad, van a entender qué se siente ser discriminado, también van a entender que los seres humanos podemos ser los peores enemigos de los seres humanos aunque tengamos la misma preferencia sexual y van a entender muchas cosas más porque esta obra, como buena obra de teatro, porque esta obra tiene el nivel de Un Tranvía Llamado Deseo, así a ese nivel, es como un prisma con muchas lecturas.