Bibiana Belsasso

Vacunas y medicamentos: más política que salud

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana Belsasso
Por:

Tuvo que pasar demasiado tiempo para que la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), autorizara el remdesevir, un medicamento para auxiliar a los enfermos graves por Covid-19.

Durante meses, médicos especialistas, entre ellos el Dr. Francisco Moreno, solicitaron a las autoridades correspondientes permitir el uso de este medicamento, que ha salvado muchas vidas en Estados Unidos y otros países del mundo.

Finalmente, el pasado viernes 12 de marzo este medicamento fue autorizado como un fármaco de emergencia en el combate al nuevo coronavirus.

Originalmente, el remdesivir fue diseñado para tratar la hepatitis C, y es utilizado en tratamientos de pacientes con cáncer, que tienen parásitos o infecciones bacterianas y fúngicas. Ahora, también, evita que el coronavirus se replique, interfiriendo con sus componentes genéticos.

Lo mismo sucedió en el 2009 con la influenza AH1N1. Para controlarla, se descubrió que un medicamento que ya existía en el mercado, como es el Tamiflu, funcionaba.

Estudios realizados en Estados Unidos demostraron que el remdesivir acorta la duración de las estancias hospitalarias y los médicos pueden recetarlo a los pacientes que reciben oxígeno poco después de su llegada al hospital.

Incluso, la terapia con remdesivir fue usada en octubre pasado por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como lo señaló en ese momento el médico de la Casa Blanca, Sean Conley, poco después de que el mandatario fuera admitido en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, tras ser diagnosticado positivo para Covid-19.

El remdesivir se suma a la dexametasona, la cual era la única terapia que demostró ser efectiva contra el nuevo coronavirus para pacientes graves, así lo aseguró el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, a finales de 2020.

La dexametasona se utiliza en el tratamiento para problemas reumáticos, diversas afecciones cutáneas, alergias graves, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, inflamación cerebral y dolor ocular después de una cirugía. También se utiliza con antibióticos en casos de tuberculosis.

Su uso para Covid-19 fue avalado después de un ensayo clínico, el más grande, controlado y aleatorio del mundo, en el que participaron casi 13 mil pacientes en 500 hospitales de 30 países.

La pregunta a todo esto es: ¿Por qué se tardaron tanto en aprobar este medicamento en México, en medio de la peor crisis de salud, con casi 200 mil muertos?

Aprobado el medicamento, ahora hay nuevos desafíos para enfrentar la pandemia. Ahora, la vacuna contra la Covid-19 de AstraZeneca, que es de las que más se han aplicado en México, ha sido suspendida en más de 19 países.

La medida comenzó en Austria, que suspendió un lote de vacunas el 8 de marzo. El motivo fue la muerte de una enfermera, quien recibió una dosis de este biológico. La mujer, de 49 años, falleció por una mala coagulación sanguínea.

Después lo hizo Dinamarca. Luego se extendió a Luxemburgo, Tailandia, Lituania, Italia, Islandia, Noruega, España, Irlanda, Holanda, Francia y Alemania. Debido al reporte de 30 casos en los que reportaron diversas afectaciones por la vacuna, como coágulos. En 11 de ellos, hubo trombosis.

La realidad es que todos los medicamentos, por más inofensivos que parezcan, tienen efectos secundarios. Pero el tema con AstraZeneca parece ser más político que cualquier otra cosa.

Recordemos que AstraZeneca es la vacuna que se realizó en Reino Unido, en conjunto con la Universidad de Oxford.  Ahí fueron suministradas 11 millones de dosis, más que ningún otro país. Han surgido reportes de que 11 personas sufrieron coágulos. Pero en ninguno de los casos se pudo probar que la causa fuera la vacuna.

Polémica mundial

La aplicación de la vacuna de AstraZeneca (en la imagen, ayer, en Bélica) fue suspendida en 19 países, principalmente del bloque europeo, por sus presuntos efectos secundarios.
La aplicación de la vacuna de AstraZeneca (en la imagen, ayer, en Bélica) fue suspendida en 19 países, principalmente del bloque europeo, por sus presuntos efectos secundarios.Foto: AP

Hasta el momento, investigan si se trató de dos lotes dañados, ya que no existen pruebas contundentes de que la vacuna cause daño.

Todo esto se da en un momento en el que en Reino Unido, que fue el principal impulsor para el desarrollo de esta vacuna, retuvo muchas más dosis para inocular a su población, y no entregaron en tiempo y forma, aun cuando éstas ya habían sido pagadas, dosis a otros países de la Unión Europea, entre ellos Alemania.

El trasfondo de todo esto puede ser la entrada en vigor del Brexit, que es lo más parecido a un divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea, en donde han dejado el mercado único y el régimen aduanero del bloque, del cual formaba parte desde hace 48 años.

Un portavoz de AstraZeneca aseguró que “la seguridad de la vacuna se ha estudiado ampliamente en los ensayos clínicos de fase III, y los datos revisados por expertos confirman que la vacuna ha sido generalmente bien tolerada”.

Y expertos de la OMS analizan la seguridad de la vacuna contra Covid-19 de los británicos, pese a los presuntos efectos adversos, piden seguir vacunando con ese fármaco.

En tanto, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) decidirá si estos efectos secundarios repercutirán en la autorización de la vacuna.

Mientras que el órgano regulador, con sede en Ámsterdam, indicó que el biológico puede seguir siendo utilizado. Recomendó “una actualización de la información sobre el producto que incluya anafilaxia e hipersensibilidad”.

Pero el Instituto Médico alemán Paul-Ehrlich, aconseja al Gobierno más exámenes para ver si se tiene relación con los coágulos sanguíneos en personas vacunadas con AstraZeneca.

En México la vacuna de AstraZeneca seguirá aplicándose, así lo indicó el Presidente López Obrador, quien aseguró que los casos presentados no son de peligro.

Como sociedad, tenemos que exigir que se dejen a un lado los temas políticos, ya sea para aprobar un medicamento, para el cual perdieron tiempo valiosísimo, o para asegurar que esta vacuna tiene mayores efectos secundarios.

Hoy, lo que se tiene que hacer es disminuir los contagios y muertes por Covid-19 y dejar las batallas políticas para otro momento.