Carlos Olivares Baró

Prosas Apátridas, Ribeyro

LAS CLAVES

Carlos Olivares Baró
Carlos Olivares Baró
Por:

Julio Ramón Ribeyro (Perú, 31 de agosto, 1929-4 de diciembre, 1994): escritor peruano, considerado uno de los más célebres narradores (cuento, novela) de la literatura hispanoamericana. Figura esencial de la Generación del 50 de su país (Mario Vargas Llosa, Enrique Congrains Martin, Carlos Eduardo Zavaleta...). Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán, italiano, holandés , polaco y árabe. El mayor volumen de su extensa obra se sustenta en el género cuento; pero, también sobresale en la novela, ensayo, teatro, diario y aforismo. En el año de 1994 (días antes de su defunción) ganó el reconocido Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo de la FIL de Guadalajara, México.

He copiado la ficha de Julio Ramón Ribeyro: un índice informativo para aquellos que no lo conocen. El autor de Crónica de San Gabriel es más que esa fría cédula de datos y cualidades que intentan resumir la trayectoria de un escritor. Yo sólo digo que cuando leí en mi juventud habanera —incluido en el plan de lectura de mi exigente mentor literario, Reinaldo Arenas— el relato Sólo para fumadores supe que había llegado a un amarradero de gamas de registros singulares que me marcaron para siempre.

No recuerdo bien, pero creo que fue una muchacha peruana que estudiaba literatura en la UNAM la que me regaló el volumen Juventud en la otra ribera: una selección de los cuentos de Ribeyro publicada en España en 1982 por la editorial Argos Vergara: libro perdido en las varias mudanzas y reparticiones bibliográficas tras rompimientos sentimentales y dos o tres desuniones matrimoniales que me han acompañado.

Proclamo con arrogancia: puedo citar casi de memoria algunos fragmentos de ese texto inclasificable que es “La jornada Marsellesa”: “Un hombre regordete, más adulto que mozo, calzas de seda, espada al cinto, manos enjoyadas y modales de una elegancia casi femenina apareció una mañana de 1772 en Marsella y recorrió las calles del puerto en compañía de un criado vestido de negro y picado de viruela. Los lugareños no dejaron de notar la especial atención que ambos forasteros ponían en observar a las mujeres...” / La literatura tiene que columpiar el cuerpo del lector y punzarlo: Ribeyro, maestro en esos menesteres.

En estos días iniciales de mayo releo Prosas apátridas (Tusquets, 1986): “El título de este libro merece una explicación. No se trata, como algunos lo han entendido, de las prosas apátridas o de alguien que, sin serlo, se considera como tal. Se trata, en primer término, de textos que no han encontrado sitio en mis libros ya publicados y que erraban entre mis papeles, sin destino ni función precisos”, explica el escritor peruano.

¿Qué son estas Prosa apátridas?: ¿apuntes, fragmentos de un diario, disquisiciones, conjeturas, especulaciones, silabario de filosofía cotidiana? Por los folios de este cuaderno misceláneo se pasean el erotismo, la familia, la vejez, la muerte, lo cotidiano, la literatura, el amor, la amistad, el tiempo, el arte... Una suerte de autorretrato anímico del artista que, desde lo literario, proyecta una franqueza de vida.

“Vivimos en un mundo ambiguo, las palabras no quieren decir nada, las ideas son cheques sin provisión, los valores carecen de valor, las personas son impenetrables, los hechos amasijos de contradicciones, la verdad una quimera y la realidad un fenómeno tan difuso que es difícil distinguirla del sueño, la fantasía o la alucinación”, apunta Ribeyro.

Me salvo de la decepción releyendo este cuaderno donde un tiempo extraviado humedece las zonas en que las ilusiones son eventualidades imaginarias. Se juntan los azares: de pronto, un redondel me amarra: regreso a la infancia. Ribeyro me advierte que no basta interrogar al mundo: el caos y la confusión son las únicas comisiones que recibimos. Entreabro las puertas de estas prosas vagabundas y vislumbro lo primario, lo esencial. Soy una conjetura: esta tarde sin designio es un cristal a través del cual distingo la vacilación que me asedia.

Prosas apátridas
Prosas apátridas
Prosas apátridas
  • Autor: Julio Ramón Ribeyro
  • Género: Ensayo
  • Editorial: Tusquets