Carlos Urdiales

El argüende y la 4T

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
Carlos Urdiales
Por:

¿Un apagón como el del pasado lunes, es algo común? No. Cuando 10.3 millones de usuarios quedan sin energía eléctrica, es algo extraordinario. ¿Reclamar la verdad es argüende? No. ¿Procede? Sí.

Al Gobierno federal la crítica le molesta; la 4T es tolerante, de dientes para afuera, no sabe de autocrítica, es proclive a actuar y a expresarse con soberbia. El apagón no fue una nimiedad. La fragilidad del sistema afecta la productividad y seguridad nacional.

La comunicación social en la 4T se acomoda al método López-Gatell; decir mucho y explicar nada. El comunicado de la CFE y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) desveló su incompetencia y maña cuando de informar se trata.

“Un incendio en 30 hectáreas de pastizales en el municipio de Padilla, Tamaulipas (por los efectos del Frente Frío número 23), provocó la salida de operación de dos líneas de transmisión en 400 kV, ubicadas entre Ciudad Victoria, Tamaulipas, y Linares, Nuevo León (donde se encuentran las subestaciones Lajas y Güémez), lo que originó el desbalance en el Sistema Eléctrico Nacional que dejó sin suministro eléctrico a 10.3 millones de usuarios en el país”.

¿Entendió? El apagón fue ocasionado por causa fortuita. Sin embargo, para mayor argüende, la ocurrencia inmediata de Palacio Nacional fue prometer (los gobiernos no prometen; planean, informan, sustentan, ejecutan y cumplen. O no) que un corte masivo no volvería a ocurrir. ¿Cómo, si fueron la naturaleza y el infortunio los causantes?  

Hay más. En el comunicado la CFE y el Cenace responsabilizan también a los productores de energías renovables (eólica y fotovoltaica —solar—) del evento.

“…Sin embargo, la demanda mínima media de invierno del Sistema y la máxima integración histórica de generación renovable variable de 28.13 por ciento  debilitaron el Sistema”.

Y el párrafo final, remedio de todo mal presente o futuro: “El director general de la CFE, Manuel Bartlett, apuntó que la reforma energética le quitó a la CFE un sistema de planeación y lo trasladó a la Sener y al Cenace… La CFE es una empresa nacional cuyo objetivo fundamental no es ganar dinero, como decía la reforma energética, sino servir a la población mexicana y dotarla de la energía más barata que tenga capacidad de hacer cualquier sistema eléctrico”.

La perversa, pero útil herencia neoliberal, alivia de cualquier cuestionamiento sobre su desempeño a la 4T. Sin considerar que lleva dos años al frente de la administración pública, la herencia siempre sorprende. Lo mismo en el sector energético que en salud, educación o en cualquier rubro que los agarre con los dedos entre las puertas que cierran antes de habilitar nuevas, mejores, más honestas y eficientes alternativas.

El Presidente López Obrador gestiona su gobierno a punta de conferencias, es el verbo, la acción constante de su administración. Pero a las palabras se las lleva el viento, el fuego, el agua, la pandemia, los desastres naturales, la falta de civilidad, la ignorancia, la antipatía y el tiempo.

El argüende que, afirma el Presidente, se hizo por el apagón, atiende la nostalgia de conservadores corruptos desposeídos, de extranjeros voraces y cómplices nacionales, a medios de comunicación entregados a intereses particulares; si el apagón preocupa es porque se combate el fortalecimiento de la CFE.

Si palabrería no es insumo serio en un gobierno épico, significa falta de fe, de crédito a la superioridad moral —no ejecutiva— de su oral administración. De argüende en argüende vamos.

Con el argüende del apagón brincamos al año de la vacunación y sus respectivos argüendes.

Influyentismo y corrupción sobreviven a los decretos verbales de su extinción. Cuando la oratoria promete, solicita y con todo respeto sugiere; el cauce ordenado (que no autoritario) para gobernar eficientemente, se diluye, se esfuma. Puro argüende pues.

Bolivar Roblero Zúñiga. Ayer murió el periodista, escritor, coordinador editorial en radio y televisión. Hijo, esposo y padre. Amigo sin par, memorioso, ocurrente, ingenioso, odioso, adorable. Bolo mudó su presencia, se fue de la terrenal al memorial de quienes lo quisimos. Nos dejó el ingenio y el genio, las historias y la amnesia selectiva para usarse, en caso de ser necesario. A Elizabeth Torrez Carrillo, doble abrazo. El equipo de José Cárdenas Informa, en Fórmula, perdió un pedazo de corazón. A darle mi Bolo.