Todo depende

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
Carlos UrdialesLa Razón de México
Por:

Si uno está contagiado de Covid-19, no grave aunque requirió oxigeno como apoyo, luego se hace una prueba y sigue positivo, obvio no va a trabajar, pero por esa “falsa sensación de protección que el cubrebocas nos da” —diría López Gatell—, decide salir a comer en un restaurante al aire libre, ¿hace bien?

Depende. Si uno es cualquiera, no. No hace bien. Mientras uno esté con el virus activo, debe permanecer en casa. Comer en lugares públicos implica quitarse el protector, que repito porque yo sí atiendo a mis autoridades sanitarias, no es escudo ni nos hace inmunes al contagio o a contagiar, y eso multiplica riesgos para la salud individual y colectiva. Por eso un positivo debe esperar.

Ahora bien, si uno es el zar antiCovid-19 nacional, entonces está bien. Y es que, por efecto de sapiencia y experiencia, el doctor Hugo López-Gatell sabe e hizo bien cuando se fue de vacaciones a la playa, viajó en avión durante la cresta de la segunda ola pandémica, en plena campaña pública de, quédate en casa II, o mejor, saliendo a pasear con distancia precisa y prudente de sanidad con sus cubrebocas que —sólo los suyos— sí tienen ese efecto protector expansivo para, prácticamente hacer imposible contagiar a nadie.

En el México transformado, los raseros para medir y opinar dependen de cuál de las dos únicas camisetas que la propaganda oficial ideologizante reconoce como posibles para el pueblo mexicano; la de estás a favor o estás en contra de la honestidad, le adjudiquen a uno.

Si uno es fiel creyente de la 4T y la palabra oficial, comprenderá que la crítica a temas tan nimios como las acciones públicas del responsable del combate a la pandemia, sólo puede estar animada por la nostalgia de pasados corruptos o por el talante conservador y pecaminoso de los adversarios que ya rayan en enemigos.

Si por el contrario uno piensa que la congruencia entre hacer y decir de los funcionarios públicos, sobre todo éstos, los de la nueva casta, es un tema vinculado a predicar con el ejemplo —que es mantra presidencial—, entonces, por decirlo suave, desconcierta ver al recuperado galeno, pasear y gozar. Le digo, todo depende.

Otro ejemplo. Si un partido político o un gobierno decide que la opinión pública decida una acción o postulación, a través de encuestas, ¿debe ser transparente el método, universo consultado y diseño del cuestionario?

Depende. Si la encuesta la hace el partido Morena, no. Aún desde la no militancia o desde la oposición política la fe en su rectitud democrática o es ciega, o no es. Cuestionar con base en la memoria histórica la validez de sus ejercicios demoscópicos, significa un amor vergonzante por los regímenes neoliberales que a todos nos pusieron donde estamos. Y donde seguimos. Si Morena encuesta, el resultado debe asumirse como legítimo. Y opaco, pero bueno.

Si algo similar hacen los de enfrente, o sea cualquier otro partido político, la trampa está implícita. La secrecía, con excepción de la Morena, siempre encubre traiciones a la voluntad popular; incluso puede haber hasta complicidad en delitos de toda índole. En Morena no. Todo le digo, depende.

Si uno difunde encuestas sobre preferencias electorales y revive el estado de Baja California Norte, ¿debe ser criticado? Depende. Si la encuesta es del PRI, PAN, PRD o MC sí. Si ocurre en las redes sociales del desaparecido Mario Delgado, no. Todo depende.

En los detalles se esconde el Diablo, dice la conseja popular. La forma es fondo, decía el último ideólogo de la Revolución. El voluntarismo es insuficiente para saldar las deudas del Estado con su pueblo, por encima de partidos y movimientos.

Vacunación

El miércoles se estableció la marca de más vacunas aplicadas a nivel nacional con 362 mil 582. En total, hasta hace dos días, se administraron 3 millones 766 mil vacunas de las 5 millones 492 mil vacunas que han llegado al País. Un millón 726 mil dosis esperan ser suministradas.

Y en Oaxaca, la tersa relación entre los gobiernos local y federal se tensó por la burda operación de la delegada de la Secretaría de Bienestar en la entidad. Por sus preferencias clientelares.