Carlos Urdiales

La híper concentración y sus saldos

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
Carlos Urdiales
Por:

Dice el diputado de Morena, Pablo Gómez, que a Morena y al gobierno del Presidente López Obrador les falta comunicar más y mejor el proyecto de nación que enarbolan. Defender sus logros y responder los ataques que la inercia conservadora les asesta por connivencia o por coincidencia ideológica.

Derrotado en su reelección por el distrito 23 de Coyoacán en Ciudad de México, el legislador analiza qué falló en la capital nacional para perder nueve de 16 alcaldías, el Congreso y la imagen de poder que desde 1997 detentaba la misma izquierda que hoy es gobierno local y federal.

Mal uso del poder no fue, afirma. Claudia Sheinbaum está bien evaluada. La operación político-electoral es asignatura difícil de evaluar en Morena. Colectivo sin estructura orgánica ni disciplina institucional expuesto a los pecados y virtudes de sus ínsulas. Archipiélago de intereses en busca del privilegio de mandar.

Pablo Gómez acusó, como el Presidente López Obrador, una oleada mediática sistemática en su contra. No generaliza ni calumnia. Abre debate racional sobre el papel de críticos, su exposición en prensa, radio, televisión y redes sociales, al tiempo que reconoce; ausencia, vacío de voces que articulen la defensa pública del proyecto.

La concentración, sin precedente, de la comunicación social federal en el Presidente a través de conferencias matutinas, pasa factura electoral. Parcial, pero inobjetable. El Presidente sólo y sólo el Presidente presume, cuenta, explica, defiende y detalla sus objetivos y sus métodos.

El Presidente sólo y sólo el Presidente, señala, acusa, denuncia y ataca aquello y a quienes resisten, combaten, ofenden su intención, lógica, acción y misión.

AMLO informa asuntos diplomáticos del país, económicos, micro y macro; de seguridad nacional y también pública, de recursos humanos y materiales del gobierno; de abasto de medicinas, de precios de gasolina y diésel, de la contrarreforma energética, educativa o laboral.

Los temas de infraestructura son suyos, los de salud igual. El juicio respecto a órganos autónomos, la valoración sobre la integridad de los miembros de otros poderes, también. La vocería de la administración pública es quehacer nuclear del Presidente sólo. Y sólo del Presidente. El gabinete legal y ampliado es, mediáticamente hablando, de bajo perfil.

Claudia Sheinbaum destaca por la naturaleza de un encargo público que le confiere independencia orgánica, no política; con mayor margen de maniobra para vender y defender sus temas. Siempre y cuando el Presidente López Obrador no arrebate la agenda, como sucede con la Línea 12 del Metro.

En la jerarquía del gabinete sólo Marcelo Ebrard y Hugo López-Gatell generan, a pedido expreso de su jefe, atención mediática propia. El canciller siempre cauto, no brilla de más y el deslumbrante epidemiólogo erosiona la percepción pública del gobierno al que sirve, precisamente por su adicción a los reflectores, polémica y debate.

Los secretarios de la Defensa y Marina expuestos a la opinión pública como ninguno de sus antecesores, siempre en línea de lo indispensable, precisión informativa sin afanes protagónicos.

De ahí en más, nadie en el gabinete encabeza algún frente informativo que construya una masa crítica de opinión pública a favor de esfuerzos del Gobierno federal. Los ejes de esa carreta descansan, sí, sólo en el Presidente. De él la gloria. Y lo opuesto.

López-Gatell, adiós y tan tán. En México se han aplicado 36 millones de dosis de vacunas contra Covid-19 a 25 millones de personas. El promedio diario de vacunación crece y el de casos u hospitalizaciones baja consistentemente. Las morbilidades más importantes vuelven a atenderse en las instituciones de salud pública.

El desabasto de oncológicos y otros no se resuelve. Las compras consolidadas en el extranjero y sus teóricos ahorros debaten con la realidad de millones que padecen las improntas conceptuales, improvisadas por la administración federal.

Con 230 mil muertes por Covid-19 a cuestas, terminaron las conferencias vespertinas del doctor Hugo López-Gatell, zar contra la pandemia. Queda a deber el número real de fallecidos y casos. Sonríe ante una pandemia por fin domada. Abreva del dinero y éxito del vecino del norte. Empezamos la vacunación igual, hoy nos sacan varias vueltas de ventaja. Retórica sanitaria impune. Se va. Su lealtad será recompensada.