Carlos Urdiales

Misión cumplida

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
Carlos Urdiales
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La Fiscalía General de la República (FGR) informó que el general Salvador Cienfuegos, secretario de Defensa durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, nunca tuvo conversaciones por chat ni vínculos con miembros del cártel H-2, como sostenía la DEA y que motivó su detención en Los Ángeles, California, el 15 de octubre.

La exoneración del general repercute. Podría ser expresión de justicia, o no. El Presidente López Obrador confirió el peso de la decisión a la FGR, pero afirmó que la DEA inventó el caso contra Cienfuegos insinuando que su captura tuvo tintes electoreros.

El gobierno de la 4T avaló la decisión de la Fiscalía; al general se le cuadran. Sin embargo, la amnistía jurídica para el que fuera jefe de jefes en la milicia nacional también podría ser un caso de impunidad pura y dura.

Administrar las palabras no es el fuerte del lopezobradorismo. Cuando se capturó al general Cienfuegos, rápidos y furiosos hicieron escarnio, prometieron desinfectar lo que hubiese tocado, hablaron de la descomposición neoliberal y presumieron; “antes de nosotros, hasta narcogobiernos padecimos”.

Luego recularon; había que aguantar y entender por qué su amigo Trump no avisó de semejante golpe al prestigio nacional. Cuando Estados Unidos privilegió la relación bilateral y retiró el supuestamente, sólido caso contra Cienfuegos, prometieron revisar todo con rigor porque lo contrario sería suicida.

Misión cumplida. El general rechina de limpio. Al exhibir la Cancillería el expediente que la justicia de Estados Unidos envió a la FGR, descubrimos que las 749 hojas en formato PDF dicen nada. Son transcripciones de conversaciones vía BlackBerry entre 2015 y 2017. En esas “sábanas”, las fechorías más evidentes son faltas de ortografía de un calibre no imaginadas en un hombre con la trayectoria del general Cienfuegos.

El lenguaje propio de delincuentes corrientes sustenta la versión de que en realidad se trató de un timo de Daniel Isaac Silva, el H9 a su jefe Francisco Patrón Sánchez, el H2 bajo el supuesto de que Silva tenía línea directa con el secretario de la Defensa.

Así, lo dicho por el canciller Marcelo Ebrard hace sentido; con ese expediente la justicia mexicana no hubiera justificado ni siquiera una orden de aprehensión. Tan pobre es el contenido de la carpeta que despierta suspicacias. ¿Así de torpe es la DEA? ¿Esa secuencia de mensajes les bastó para enderezar una detención con amplias repercusiones diplomáticas? Dudoso.

Otra fisura será conocer si al revelar el contenido de una carpeta de la DEA, las autoridades mexicanas no estarán minando el camino a futuras colaboraciones con áreas de inteligencia estadounidenses. La transparencia lisa y llana de la 4T puede no ser aplaudida por quienes dan soporte estratégico a la seguridad nacional.

De paso, a dos años de entrar en funciones, la FGR exhibe cómo las viejas estructuras y lastres de la PGR no desaparecieron con el cambio de nombre, que la transformación del membrete no permea lo suficiente para darle a México una impartición de justicia pronta y expedita.

Los casos más notables delatan que los esfuerzos del doctor Alejandro Gertz Manero no son acompañados por la estructura. A 24 meses de vida, la FGR no ha instrumentado el plan de persecución penal que ofreció, tampoco el consejo ciudadano como contrapeso interno, el rezago institucional pasó de 66 al 71 por ciento. El uso de la prisión preventiva se incrementó de 71 a 83 por ciento.

La falta de resultados de la FGR se ha pertrechado en el supuesto mal diseño de su ley orgánica, pero a ojo de especialistas, lo que falta es aplicar la norma y dejar de perseguir el retorno a un sistema punitivo de corte autocrático, sin rendición de cuentas y sujeto a un mandato personalizado. Sello 4T.

Esta administración, como ninguna de los sexenios neoliberales, gobierna sobre bayonetas, el Ejército hace casi todo, contratista oficial, garante de la vacunación, prestanombres de la Guardia Nacional, regente de aduanas y puertos; el empoderamiento de los militares no se cuestiona.

Por lo pronto la justicia estadounidense se declara atenta a reabrir el caso. Allá no pesa el alto rango político y militar de Cienfuegos con todo lo que hoy implica el Ejército para el México pandémico y militarizado de la 4T.