Daniel Alonso

Han vuelto

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso
Daniel Alonso
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Vaya sorpresa nos llevamos el domingo por la noche con la final de la poco trascendente Liga de Naciones. Lo que parecía un trámite con el tempranero gol de Jesús Corona, resultó el mejor partido entre las selecciones de México y Estados Unidos de los últimos tiempos. Por fin el Tata Martino probó el verdadero sabor del clásico del norte del continente, que en cuanto a intensidad y rivalidad igualamos un Argentina-Brasil. De calidad, mejor no hablamos.

Pero antes de continuar con el tema deportivo, hay que lamentar y evidenciar el pésimo comportamiento de un sector de la afición mexicana; lluvia de vasos llenos y vacíos, continuaron con el grito e invasión de cancha, totalmente vergonzoso. Ya es hora de que la Federación Mexicana de Futbol tome cartas en el asunto, porque no tarda en llegar una sanción grave. Yo soy de la idea de que tendría que ponerse un autoveto y no permitir el ingreso de aficionados mexicanos en Estados Unidos. Una pena que este tema ensució el duelo y fue titular en varios medios internacionales.

Retomando las buenas noticias, lo mejor fue la actitud con la que encaró el duelo el combinado de Estados Unidos. No nos queda más que reconocerlo, pero los mundiales son cada cuatro años y ante la imposibilidad de tener partidos de alto nivel como los que vivíamos con la Copa América, nos tenemos que aferrar a las emociones tan escasas que nos ofrecen los duelos ante rivales de Concacaf, nuestra amada y odiada confederación.

Por eso hay que festejar que esta selección, señalada por muchos analistas de aquel país como la “generación dorada”, el domingo ofreció un partido con mucha pasión y con el hambre que caracteriza al deporte estadounidense. El cuadro de las barras y las estrellas en ningún momento se arrugó y le entró al juego ríspido de tú a tú con el equipo mexicano; logró contrarrestar la velocidad y talento de Hirving Lozano y Tecatito Corona con hombría y coraje más que con técnica; pero hay partidos, como es este clásico, que se gana como sea.

Y qué decir del gol agónico de los Estados Unidos que ejecutó de forma magistral Christian Pulisic, el nuevo “Capitán América”. La euforia con la que celebró el gol nos recordó inevitablemente al terror del futbol mexicano, Landon Donovan. Qué alegría ver que nuevamente hay futbolistas de otra madera que puedan liderar este proyecto futbolístico que se pretende tenga su punto de ebullición durante el Mundial de Estados Unidos en 2026. Si el futbol norteamericano mejora, el mexicano también.

Un partido caótico, cinco goles, un penal fallado en el último minuto, decenas de patadas, un árbitro con pose de supervillano; todos los elementos necesarios para que el gran Stan Lee le dedicara un cómic al renacimiento del American Soccer Team; con el precio de doce centavos de dólar en una esquina; la imagen del atacante estadounidense Pulisic corriendo a toda velocidad, festejando el gol de la victoria, con su camiseta hecha pedazos en una mano y con la otra silenciando a sus enemigos. Y en grandes letras amarillas sobre una bandera de Estados Unidos la frase: We are back!