Daniel Alonso

El partido perfecto

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso
Daniel Alonso
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Es curioso que un equipo que durante mucho tiempo pareció peleado con el mundo, ahora tiene la oportunidad de hacer historia. Los Tigres del Tuca Ferretti durante toda una década batallaron para consagrar la internacionalización del club; hace cinco años se les escapó ante River convertirse en el mejor equipo del continente; ahora, en dos días podrán ser los mejores del mundo. La palabra imposible es el gran motor para lograr esta hazaña titánica.

El rival será el Bayern Múnich, la fábrica del futbol alemán por excelencia, que buscará el octavo título consecutivo para Europa en este torneo y que únicamente ha sido arrebatado a los europeos por los clubes brasileños en cuatro ocasiones. Las estadísticas, la historia, las apuestas, todo, absolutamente todo parece estar en contra de Tigres, lo cual lo hace un reto verdaderamente emocionante para el plantel, para Ricardo Ferretti y para toda la institución.

Y es que el mismo Tuca ha demostrado, contrario a otras competencias, que tiene todo el deseo e ilusión de ganar el título; junto a él, lo acompañan dos piezas clave que serán fundamentales, uno es Nahuel Guzmán, quien deberá convertirse en Superman bajo los postes, y el otro es el delantero francés, André-Pierre Gignac, quien podrá conquistar lo que seguramente será para él, la copa más preciada, y para ello, deberá ser un auténtico tigre frente al arco: preciso y letal.

¿Qué significaría realmente una histórica victoria del cuadro felino? Obviamente sería absurdo pensar que un resultado favorable signifique que el futbol mexicano está al nivel ya sea deportivo o de infraestructura de las máximas competencias del mundo, como la liga alemana, o cualquiera de las otras cuatro grandes ligas de Europa. Es más, me encantaría decir que el cuadro norteño es un reflejo de nuestra liga, pero desde más de 10 años que la brecha es muy amplia entre cinco o seis equipos y el resto.

Pero que Tigres gane haría bastante ruido, así como sucedía en Libertadores o cuando la Selección Mexicana daba buenas exhibiciones en copas Américas o mundiales. Sería un golpe mediático que invitaría a las ligas europeas a darle más seguimiento a la liga mexicana para que nuevamente se activen las exportaciones a Europa y el cuadro de Nuevo León ganaría el reconocimiento a nivel mundial que tanto soñó su directiva.

Lamentablemente he podido leer descalificaciones de la afición mexicana por el pase a la final del Mundial de Clubes; entiendo que es totalmente válido no querer ponerse la camiseta felina y apoyarlos, pero muy diferente es querer restarle mérito, en fin, ojalá a pesar de la negatividad no se pierdan la gran final.

La cita es este jueves en punto del mediodía hora del centro de México. Las apuestas marcan como claro favorito al actual campeón de Europa y Alemania, el club que le metió ocho goles al Barcelona de Messi, lo que las casas de apuestas no saben, es que Ricardo Ferretti ha practicado una estrategia milenaria y que probablemente el jueves sea la consagración de ésta, el “Tucamión”, la versión perfeccionada del catenaccio italiano.