Eduardo Marín Conde

Galindo y los mejores cineastas mexicanos

CINEBUTACA

Eduardo Marín Conde
Eduardo Marín Conde
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Este mes festejamos el 115 aniversario del nacimiento en Monterrey de Alejandro Galindo, uno de los más emblemáticos y queridos cineastas mexicanos. Y este lunes se cumplen 22 años de su muerte, a los 93 años de edad, tras 14 años de estar totalmente retirado de la actividad que no sólo le dio fama, sino que tanto contribuyó a enriquecer.

Galindo fue el que mejor supo retratar el ambiente popular urbano clasemediero. Captó la esencia de las relaciones humanas en historias cálidas, frescas, trazadas con soltura y habilidad narrativa. Como fue la característica de la llamada Época de Oro del cine mexicano, sus filmes no fueron testimonio realista de la pobreza, sus personajes nunca hablaban con groserías ni albures. Pero ofrecían un retrato humano de sentimientos, aspiraciones, deseos, frustraciones e ilusiones. Es decir, funcionaban como crónica humana.

A lo largo de dos décadas, Galindo fue uno de los máximos exponentes de esta época. Logró un muy digno nivel de constancia de calidad y su filmografía posee obras memorables. Con la irrupción del nuevo cine mexicano en los 70, durante el gobierno de Echeverría, que marcó un cambio radical en temática y narrativa, Galindo, como la gran mayoría de sus colegas, no pudo adaptarse a un estilo tan diferente a su modelo cinematográfico.

En una charla en el memorable Salón Rojo de la antigua Cineteca Nacional, al lado de los estudios Churubusco, durante la presentación de una retrospectiva de su obra, siendo yo un estudiante universitario ávido de cine, le pregunté su opinión sobre ese nuevo cine mexicano que había surgido. Su respuesta, cargada de pasión, fue muy crítica. Rechazaba las leperadas, los desnudos en las películas.

Sin embargo, su habilidad y destreza todavía le permitieron, en 1974, ofrecernos un filme eficaz y valioso: “Ante el cadáver de un líder”, ingeniosa parodia política. Su última etapa marcó un claro declive, con películas de poca monta y finalizó, ya en el sexenio de Miguel de la Madrid, con una tan ambiciosa como fallida cinta sobre Lázaro Cárdenas.

Pero su legado es de gran trascendencia. Baste recordar la brillante “Campeón sin corona”, “Una familia de tantas”, “Esquina bajan”, “Espaldas mojadas”, “Los Fernández de Peralvillo”. Sin duda, Galindo ocupa un sitio privilegiado entre los grandes directores nacionales.

Al respecto, les comparto mi lista personal de los 10 mejores cineastas mexicanos de la historia, seis de ellos ya fallecidos, siendo Alejandro González Iñárritu el más joven y para mi, por su impecable trayectoria, el No 1, con una sola película mexicana (“Amores perros”) y ya consolidado en Hollywood. Entre él y Fernando de Fuentes, el único de la lista que todavía nació en el siglo 19, hay una diferencia de 69 años:

Alejandro González Iñárritu (Nació 1963)

Roberto Gavaldón (1909-1986)

Alejandro Galindo (1906-1999)

Emilio “El Indio” Fernández (1904-1986)

Fernando de Fuentes (1894-1958)

Julio Bracho (1909-1978)

Alfonso Cuarón (Nació 1961)

Jorge Fons (Nació 1939)

Arturo Ripstein (Nació 1943)

Alberto Isaac (1923-1998)