Eliminar outsourcing divide a empresarios...

Tal y como se esperaba, el rechazo empresarial a la iniciativa presidencial que propone eliminar la subcontratación-outsourcing y dejaría sin empleo a más de cuatro millones y medio de trabajadores, obligó a que su discusión en la Cámara de Diputados se posponga hasta el próximo período de sesiones; que Gobierno e Iniciativa Privada suscribieran un acuerdo para “analizarla y enriquecerla”, y que un grupo que está en contra de su desaparición, se pronunciara en contra.

Para colmo, el presidente de la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera, advirtió que “si el outsourcing se prohíbe totalmente, habrá un impacto negativo en el crédito porque se despedirá a una cantidad importante de trabajadores, cuya mayoría tiene financiamiento de la banca, situación que no quieren los gremios laborales, los empresarios o los banqueros”, como en su momento así lo han expresado.

DE ESTO Y DE AQUELLO….

Igual que aquel que camina en la oscuridad y que para darse valor opta por silbar a cada paso, el Presidente López Obrador, declaró en su mañanera de ayer que “la verdad es que no tenemos una oposición muy fuerte, además, los conservadores han actuado por la vía pacífica, no ha habido violencia, entonces no hay nada qué temer, tiene que haber oposición si no sería una dictadura, no habría democracia”.

Después de que durante varios días los dedicara a arremeter y burlarse de las alianzas acordadas por los dirigentes de partidos políticos de oposición, y acusar al PAN y al PRI de “ser lo mismo, la mafia del poder” —a los que se sumó el PRD, semillero de Morena— ahora parece cambiar de actitud y se concreta a restarles fuerza frente a las elecciones que habrá el año próximo en 15 estados, más la renovación de la Cámara de Diputados.

Ciertamente, dirigentes y militantes de esos partidos, a excepción de Marko Cortés, presidente del blanquiazul, que ha sido el que más ha dado la cara para cuestionar al Presidente a lo largo de estos dos años del sexenio, han permanecido callados, agazapados y temerosos de cuestionar o criticar sus acciones y es hasta ahora que parecen haberse decidido a hacerlo ante la próxima contienda electoral.

Habrá que ver si esa oposición, como lo han ofrecido los dirigentes de esos partidos, postulan a las y los mejores candidatos comunes a diputados federales, en más de la mitad de los 300 distritos electorales de la República, que les den los votos suficientes para tener mayoría en San Lázaro, que es su principal pretensión, y asumir el control en la Cámara baja que hoy mantiene férreamente el Ejecutivo federal y que, como se ha visto, no está dispuesto a dejar en manos de sus opositores.