Diálogo piden jesuitas a AMLO por tanta violencia

PULSO POLÍTICO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Tras el asesinato de los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, la tarde del lunes pasado, en el atrio del templo de Cerocahui, en plena Sierra Tarahumara, y a pesar de la reiterada negativa del Presidente Andrés Manuel López Obrador a cambiar su estrategia de “abrazos no balazos” en materia de seguridad, la Comunidad Jesuita de Chihuahua le pidió respetuosamente al Presidente Andrés Manuel López Obrador aceptar un diálogo para ello, ante el clamor ciudadano de poner un alto a los cada vez más graves hechos de violencia que desangran al país.

Fue el padre Javier Ávila, quien está al frente de esa comunidad religiosa en el municipio de Creel, quien hizo esa petición, en la misa en la misma iglesia en la que ambos jesuitas fueron ejecutados por José Noriel Portillo, El Chueco, líder del grupo criminal que impunemente opera desde hace años en esa zona de la lejana sierra chihuahuense, cuya muy tardía vigilancia ha sido reforzada hoy por efectivos del Ejército, la Guardia Nacional y policías federales y estatales.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

El cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, reveló que la semana pasada fue retenido e interrogado por un grupo del crimen organizado, al revelar que para las fiestas patronales en esa ciudad, los párrocos “deben pedir autorización al jefe de plaza”, lo que confirma lo que hoy ocurre no sólo en todos los sectores del país sino también a los representantes de la Iglesia católica.

Con la presencia por primera ocasión de Ricardo Monreal, líder de Morena en el Senado de la República, en los actos organizados por su partido para placear a sus “corcholatas” al municipio de Francisco I. Madero, en Coahuila, asistieron Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, no así Marcelo Ebrard, quien aún se recupera del Covid que contrajo.

A ese acto acudieron también los aspirantes a la gubernatura de ese estado, el subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno federal, Ricardo Mejía Berdeja; el diputado federal Luis Fernando Salazar y el polémico senador Armando Guadiana, quienes integran la virtual terna de la que surgirá el abanderado guinda que buscará relevar al priista Miguel Ángel Riquelme, quien ha tenido un buen desempeño. 

Campañas de “corcholatas” aparte, en los mandos de los tres partidos políticos que conforman la coalición Va por México, PAN-PRI-PRD, se gestan con movimientos de grupos de militantes inconformes con sus actuales dirigentes, sea Marko Cortés, Alejandro Moreno o Jesús Zambrano, a los que se busca relevar, aun cuando éstos aseguran contar con el apoyo de sus bases, lo que podría generar divisiones internas.

Esta semana puede ser crucial en el PRI y sobre todo para su dirigente, Alito Moreno, al que tienen en capilla sus antecesores.