Gabriel Morales Sod

Empieza el juicio

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

Gabriel Morales Sod
Gabriel Morales Sod
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Comenzó el segundo juicio de impugnación del expresidente de Estados Unidos Donald Trump. A pesar de que durante los primeros días después del ataque violento al Congreso algunos dudaban que los demócratas iniciaran un segundo juicio en su contra, algo sin precedentes en la historia del país, la mayoría de los estadounidenses, incluso una buena parte del electorado republicano, apoyaron la decisión de iniciar un proceso, forzando al liderazgo demócrata a actuar rápido. El significado del juicio es principalmente simbólico, mostrar que actos violentos en contra de las instituciones democráticas son inaceptables y deberían ser siempre consignados. Sin embargo, el resultado tendrá también importantes consecuencias políticas y legales.

Parece improbable que consigan condenarlo, porque para que esto suceda se necesitan de dos tercios del Senado, es decir, de una docena de senadores republicanos. Una condena acabaría definitivamente con la carrera de Trump, pues no podría ser de nuevo candidato a un puesto público. A pesar de que Trump tiene 74 años y de que es improbable que vuelva a ser candidato en cuatro años, la pequeña posibilidad de que esto suceda le da al expresidente un enorme poder e influencia sobre el Partido Republicano. La defensa del expresidente trató de argumentar que el juicio no tiene base constitucional, porque éste ya no está en el puesto; sin embargo, seis senadores republicanos se unieron a los 50 demócratas para desechar tal argumento.

Seis senadores, sin embargo, no son suficientes, y en los próximos días, los demócratas continuarán tratando de convencer a más senadores de tomar su causa. A diferencia del juicio de impugnación anterior, que se basó en testimonios y textos oscuros, ahora todo el mundo vio las imágenes del ataque violento al Congreso y las palabras del presidente llamando a sus seguidores a la insurrección. En un inicio dramático, los demócratas comenzaron su argumentación con un video que mostró las escenas del día del ataque; además varios congresistas relataron sus propias experiencias, escondiéndose en su oficina o llamando a sus familias para despedirse y quitándose cualquier insignia que pudiera indicar que eran miembros del Congreso por miedo a ser agredidos. Se espera además un segundo video con tomas inéditas de las cámaras de seguridad que mostrarán cómo el ataque estuvo a punto de tornarse mucho más violento de lo que fue.

Es improbable que estos videos, por más contundentes que sean, logren convencer a suficientes senadores republicanos; sin embargo, todo el público estadounidense los verá en televisión y en redes sociales y los republicanos que voten a favor del presidente tendrán que justificarse frente a millones de electores, debilitando así a su partido. Aun con la posible absolución de Trump, los demócratas esperan salir fortalecidos de esta saga y utilizar el nuevo capital político para lograr su ambicioso plan de rescate de la economía estadounidense.