Horacio Vives Segl

75 aniversario del ITAM

ENTRE COLEGAS

Horacio Vives Segl
Horacio Vives Segl
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El próximo 29 de marzo se cumplirán 75 años de la fundación de lo que actualmente se conoce como el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). El 29 de marzo de 1946, la Asociación Mexicana de Cultura, liderada por Don Raúl Baillères, fundó el entonces Instituto Tecnológico de México (ITM).

Naturalmente, mucho ha pasado en 75 años. La expansión del ITAM en las últimas décadas ha sido notoria. Es un orgullo ver el impacto que sus egresados han tenido en la vida pública del país desde hace muchos años. Sin duda los distintos gobiernos federales y estatales de todos los signos políticos, los congresos y tribunales federales y locales, los organismos constitucionales autónomos, casi todos los partidos políticos, así como un gran número de organizaciones de la sociedad civil, asociaciones profesionales, consultoras, empresas multinacionales, organismos internacionales e instituciones de educación, por citar sólo algunos ámbitos profesionales, se han beneficiado del talento forjado en el ITAM.

El 75º aniversario llega en un entorno de enormes complejidades, como lo es para todas las universidades del mundo. El ciclo pandémico sigue representando enormes retos para la humanidad en su conjunto. Asimismo, la institución ha enfrentado retos particulares que reclamaban soluciones oportunas y eficaces. Por ello, en el último año el ITAM ha ofrecido distintas respuestas institucionales para la transformación súbita de un modelo de educación presencial a uno a distancia y para afrontar adecuadamente los desafíos que se le presentaron respecto a la debida atención de la comunidad estudiantil.

En esa lógica, las respuestas han sido de diversas magnitudes y atendiendo a distintos frentes prioritarios. Entre otras acciones, fueron creadas la Dirección de Asuntos Estudiantiles (con las correspondientes áreas de atención a la salud mental, género, diversidad e inclusión, bienestar integral y atención a organizaciones estudiantiles), el Centro de Docencia y Aprendizaje, el Centro de Estudios del Bienestar y el Centro ITAM Covid-19; se emitió la Declaración del Principios del ITAM; y se ampliaron las instalaciones con la construcción de un nuevo parque destinado a actividades lúdicas y de convivencia.

Todo lo anterior, atendiendo a los propósitos de consolidar una cultura de género institucional, generar recursos en apoyo a la salud mental y ofrecer más actividades deportivas, culturales y espirituales, en un ambiente de respeto y libertad; y, por otra parte, migrar exitosamente clases y actividades de trabajo a plataformas, así como entender la complejidad del Covid-19 y los escenarios a futuro.

En síntesis, agregar excelencia humana a la excelencia académica que ha sido el sello de la casa durante toda su historia.

Ha sido un ciclo de enormes retos y oportunidades que la comunidad ha enfrentado con resiliencia, empatía, innovación y mucha contención comunitaria. Hoy, desafortunadamente, no hay condiciones para darnos un abrazo fraternal y celebrar presencialmente los primeros 75 años del ITAM. Pero sí para sentir orgullo por la pertenencia a esta gran institución y seguir atentos a los cambios que se deben hacer para lograr un mejor ITAM, de cara a los desafíos presentes y futuros, y así seguir contribuyendo “a la formación integral de la persona y al desarrollo de una sociedad más libre, más justa y más próspera”.