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La industria de la construcción y la recuperación económica

NUEVOS HORIZONTES

IRALTUS *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Por Pablo Vargas Fernández del Busto

La industria de la construcción ha jugado un papel relevante como palanca de desarrollo a lo largo de la historia económica de México, ocupa la cuarta posición en la estructura del Producto Interno Bruto (PIB) y el tercer lugar como generador de empleo.

Durante los últimos 10 años se ha visto fuertemente afectada, y sufrió su peor crisis durante el 2020: de representar el 7.4% del PIB Nacional en 2013, su participación disminuyó a 6.6% en 2019 y 6.4% en 2020 (Inegi).

El sector comenzó a debilitarse cuando iniciaron los recortes del gasto público al segmento de obras de ingeniería civil. De 2013 a 2020 el gasto público destinado a este concepto se redujo 40%, por lo que el sector pudo mantenerse a flote gracias a la construcción de edificación por parte de empresas privadas. A pesar de un leve crecimiento de 2015 a 2018, en 2019 se registró una fuerte caída, y se ubicó en niveles inferiores a los de la crisis de 2009.

La declaración de emergencia sanitaria por la pandemia complicó más el panorama para la industria de la construcción, principalmente para las pequeñas y medianas empresas. El año pasado el PIB de la construcción sufrió uno de sus peores desplomes, con una tasa de crecimiento de -17.4% con respecto al año anterior.

El sector también se vio impactado por el costo de la materia prima; los insumos de importación, como el acero, el aluminio y el cobre, se vieron afectados por el aumento de precios que generó la escasez de materia prima al interrumpirse las cadenas de suministro.

Durante el mes de mayo del 2020 el personal ocupado en la industria de la construcción registró sus niveles más bajos, llegando a un total de 413,029 personas, una pérdida del 18.7% respecto al mismo mes del año anterior. A pesar del repunte iniciado en 2021, no se ha podido llegar a los niveles de empleo que existían antes de la pandemia.

Gráfico
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Se requiere de una estrategia integral, para que el sector retome su posición y pueda jalar a otras actividades económicas. El principal reto de la construcción es que las empresas de la industria recuperen la participación que tenían previa a la crisis, para ello será necesario ofrecer alternativas a aquellas que se han visto más afectadas, mediante políticas que fomenten el aumento de la inversión.

Por un lado, se vuelve crítica la disponibilidad de recursos para la inversión pública, que esta inversión se distribuya de forma equitativa alrededor de todo el país con el fin de lograr una recuperación generalizada. Actualmente el presupuesto federal está concentrado en algunas entidades, por lo que su efecto multiplicador se encuentra limitado a pocas empresas y pocos lugares.

Por su parte, la construcción privada se encuentra retraída, a la expectativa y con falta de confianza debido a la incertidumbre que hay en el país. Es indispensable que el gobierno brinde certeza a la iniciativa privada para que inviertan su dinero en proyectos de infraestructura que beneficien a México y que impacten en un crecimiento económico más integral.

Estas medidas harán que las empresas constructoras desarrollen estrategias y modelos de negocio que les permitan trascender los retos que plantea la situación actual.