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La necesidad de poner mayor atención en la salud física y mental de los colaboradores

NUEVOS HORIZONTES

IRALTUS *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Por Angélica A. Ruiz Gatica

Inicialmente se pensó que el trabajo en casa facilitaría el reto que impuso la pandemia y en muchos sentidos así lo fue ya que permitió disminuir los contagios y garantizar la continuidad laboral de muchos negocios.

Sin embargo, el trabajo en casa también generó un aislamiento que ha traído importantes consecuencias negativas tanto en la salud física como en la salud mental. Son muchas las personas que han reportado sentir angustia, ansiedad, tristeza, baja autoestima, ira, rabia o insomnio, entre otros sentimientos negativos, al igual que la aparición de trastornos como la depresión, comportamiento obsesivo compulsivo o estrés postraumático, por mencionar algunos ejemplos.

El incremento en el uso de la tecnología afectó la salud física. El exceso de horas frente a la computadora en reuniones de trabajo, conferencias, talleres y capacitaciones de carácter virtual ha traído desgastes en los ojos, afectaciones en la columna y problemas de circulación, entre otras cosas.

Aunado a lo anterior, las largas jornadas derivadas del trabajo remoto borraron la línea entre el tiempo de trabajo y el tiempo personal, afectando a numerosas personas con el síndrome del burnout (agotamiento físico, emocional o mental hacia la labor cotidiana).

Lo anterior tiene un impacto multidimensional importante. Investigaciones diversas demuestran que aquellas personas que sienten que no tienen tiempo para realizar sus actividades personales (atención a la familia, hobbies, ejercicio, convivir con amigos, etcétera) experimentan niveles más bajos de bienestar y niveles más altos de ansiedad, depresión y estrés. Cuando experimentan menos “gozo” en sus actividades, se ejercitan menos, su salud integral disminuye y su productividad laboral también baja.

Gráfico
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Las consecuencias de esta nueva forma de trabajo requieren urgentemente que los líderes de las organizaciones se enfoquen en adoptar estrategias que promuevan y fortalezcan la salud integral de sus colaboradores.

Enlistamos algunas estrategias que pueden ayudar a mejorar la salud de tus colaboradores:

1. Proveer algún tipo de herramienta o de capacitación para que los colaboradores aprendan a manejar su tiempo de manera efectiva.

2. Fomentar la realización de actividades físicas que impacten en el bienestar.

3. Contar con programas que fomenten las competencias y habilidades suaves para mejorar la inteligencia emocional de líderes colaboradores.

4. Fomentar valores como la empatía, flexibilidad, trabajo en equipo, resiliencia.

5. Organizar reuniones de integración entre los colaboradores en las que se lleven a cabo actividades culturales o sociales, en las que no se hable de temas laborales.

6. Contar con programas de voluntariado. Diversas investigaciones demuestran que ver más allá de uno mismo incrementa el bienestar general de las personas.

7. Facilitar el goce de vacaciones oportunas.

8. Eliminar el estigma que existe de la salud mental y normalizar el acudir a terapia con profesionales de la salud.

9. Premiar el buen desempeño de los trabajadores con tiempo libre.

10. Contar con esquemas de salario emocional (espacios de entretenimiento y ocio, guardería dentro de las oficinas, cursos sobre meditación y relajación, descuentos en gimnasios, entre otros)

11. Fomentar esquemas de trabajo flexibles para que cada individuo pueda atender sus necesidades personales.