En el día tras día (49 y último) (El fin, que no es el fin, de la sana distancia)

QUEBRADERO

JAVIER SOLÓRZANO ZINSER
JAVIER SOLÓRZANO ZINSER
Por:
  • Javier Solórzano Zinser

A pesar de que casi todo el país, con excepción de Zacatecas, está en semáforo rojo ayer se dieron por concluidas las jornadas de sana distancia.

Todavía no estamos en la etapa más severa de la crisis, pero se ha tomado la decisión bajo criterios de la experiencia de otros países, y derivado de las muchas presiones internas y la lógica de movimiento en que debe establecerse y proyectar la economía.

En sentido estricto, las jornadas de sana distancia no deberían interrumpirse por los muchos riesgos que puede tener y porque por más que se diga la multicitada curva no se ha ido aplanando; se mantiene y no se ha amansado al virus.

El primero que no se pudo aguantar las ansias fue el Presidente quien desde ayer realiza una gira en áreas de alto riesgo, en busca de regresar a su hábitat natural y echar a andar lo más pronto posible sus grandes proyectos, como el Tren Maya. Diversos especialistas se han opuesto a la gira por considerar que todavía no hay condiciones para ella y además por lo que puede provocar en la expectativa ciudadana.

Una de las incógnitas tiene que ver con ello. ¿Qué tanto los ciudadanos mantendrán las necesarias medidas para evitar contagios y qué tanto verán en el Presidente una especie de modelo a seguir lo que podría provocar un riesgoso relajamiento?

Uno de los elementos a evaluar y analizar es si la actitud desigual del Presidente ante la pandemia pudo derivar en acciones imitativas de los ciudadanos. No pasa por alto que pocos, muy pocos, presidentes en la historia reciente del país han sido tan seguidos en todos los sentidos como López Obrador.

Estamos realmente lejos de entrar en una nueva etapa. Más vale que vayamos asumiendo que muchos de los hábitos que hemos ido adquiriendo llegaron para quedarse. No vamos a salir pronto, porque al problema que ya tenemos se va a sumar otro en el corto plazo, la influenza. Los muy destacados especialistas del reconocido Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) han alertado sobre ello, sus riesgos y que se cruce con el Covid-19.

El riesgo de la relajación ha estado latente. Son muchas las razones, desde la imperiosa necesidad de mucha gente por salir hasta un discurso oficial desigual en que se adelantaban fechas, o el que no se le haya dado al inicio la debida importancia al virus que ya se iba colando por Asia y Europa.

Lo que va quedando claro es que algunos gobiernos estatales están actuando bajo dinámicas propias. Es probable que esto sea parte del futuro que nos espera. Ante la pandemia nadie mejor que los gobiernos estatales y municipales para conocer exactamente qué es lo que sucede al interior de los estados.

La reacción de algunos gobernadores en contra de las políticas del gobierno central tiene que ver con un histórico proceso desigual del Pacto Federal, pero también tiene que ver con la falta de apoyo que han tenido y la centralización de decisiones y estrategias.

Como sea, contra viento y marea la sociedad ha logrado cumplir con una etapa inédita que inevitablemente la tiene bajo preocupaciones, riesgos, temores e incertidumbre.

Vendrá el tiempo ahora de seguir cumpliendo con las medidas de seguridad. También vendrán los tiempos en que tendremos que debatir ciertos asuntos de enorme relevancia. Hay que ir preparándose para el proceso electoral del año que entra, hay que ver qué hacer con la propuesta de consulta sobre revocación de mandato, entre otras cosas.

No se ve que con todo y la brutal experiencia que estamos viviendo puedan prevalecer los consensos, pero lo que ya hay que hacer y pensar es cómo enfrentar el severo problema económico que tenemos, es urgente y requiere de todos, de todos.

RESQUICIOS.

Gracias por seguirnos durante estos 49 QUEBRADEROS “En el día tras día”, los cuales hoy cerramos ante el fin de las jornadas de sana distancia. Nos leemos mañana que sin salir de la crisis, como sea estamos en otra etapa.