Josefina Vázquez Mota

Las “nenis” o “luchonas”

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota
Josefina Vázquez Mota
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Las “nenis” o “luchonas” son mujeres que debido a la pandemia por Covid se quedaron sin empleo. Son madres solteras, viudas, en orfandad o estudiantes. Todas ellas con un común denominador: tener un ingreso que ayude a la familia a través del comercio informal en redes sociales.

Este sobrenombre surgió de algunos varones, que en tono de broma se burlaron de quienes nombran “nena” a sus clientas. Hombres a los que les incomoda que la mujer sea autosuficiente, productiva y emprendedora. Hombres que perdieron de vista que debido a la pandemia 6.6 millones de mujeres en México quedaron fuera del mercado laboral.

De acuerdo con el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), por cada hombre que no encuentra trabajo, hay tres mujeres en las mismas condiciones.

La mayor pérdida de empleo se observa en mujeres de entre 25 y 44 años, en donde se ubica la mayor tasa de maternidad y la edad de mayor productividad.

Afortunadamente, somos resilientes y, en lugar de minimizarnos, optamos por quitarle al sobrenombre el peso de burla y lo apropiamos con un significado positivo.

Como la chef mexicana Mariana Orozco, quien se dijo “nenis” por llevar 11 años haciendo “millones de cosas para poder vivir de la cocina —sin tener un restaurante— y me da mucha felicidad haber logrado tanta cosa. Las nenis chambeamos sin parar”.

También está Perla Jiménez, una ama de casa que se dedica a la venta de repostería vía Facebook, debido a que su esposo padece una rara enfermedad que le impide trabajar, y que el salario que obtiene de su empleo fijo no le permite solventar los gastos de casa.

“Manzanitas Pecas surge de la necesidad de tener más recursos. Tres hijos y una casa te obligan a buscar ingresos. En pandemia con mucha más razón hay que generar recursos, pues por la contingencia en la empresa trabajamos de forma aleatoria, lo que repercute en mi salario. Es lamentable que haya quienes nos juzgen, critiquen o señalen por buscar vivir mejor. Ser ‘nenis’ es libertad económica, ser productiva”, sostiene.

Esta pandemia tiene también un rostro de mujer, porque por un lado las cargas de trabajo se han multiplicado en el confinamiento y, a la vez, la crisis económica ha provocado una afectación mucho mayor a miles y miles de mujeres que están luchando por sobrevivir y reinventarse. Si a todas estas realidades sumamos el incremento de violencia intrafamiliar, la pandemia significa la pérdida de derechos y avances que con gran dificultad se habían reconocido y logrado hasta ahora.

Las “nenis”, las “luchonas”, deben contar con incentivos concretos y políticas públicas que reconozcan sus invaluables aportaciones, talento, energía y espíritu emprendedor, así como el derecho a una vida libre de violencia. Ninguna de estas condiciones son ni privilegios ni prebendas, sino derechos fundamentales y condiciones indispensables para cerrar las brechas de inequidad e injusticia.