Mauricio Flores

Aviación Categoría 1, al Departamento de Estado

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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A partir de la próxima semana los funcionarios de la SICT estarán en Washington para presentar los avances que en materia de capacitación y manuales de operación ha realizado la Agencia Federal de Aviación Civil, a cargo de Carlos Rodríguez, para sus inspectores en plataforma y de gabinete; la subsecretaría, a cargo de Rogelio Jiménez Pons, seguirá a partir de ese punto las negociaciones para la recuperación de la Categoría 1 para la autoridad aeronáutica mexicana… tema que tomará un tono político en la relación binacional.

La Federal Aviation Administration, que dirige Steve Dickson, está adscrita directamente al Departamento de Estado desde 2001 tras los atentados de Septiembre-11. Para nadie es un secreto que en ello permea la perspectiva del gobierno estadounidense en turno dentro de las políticas de Estado claramente delimitadas… y que la relación entre el gobierno de Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador no es precisamente la mejor que ha existido entre ambos países tanto en temas económicos, seguridad regional, migración y colaboración antinarcóticos.

Lo que también es inocultable es el impacto que la degradación ha tenido para la industria aérea nacional y toda su cadena de valor: el Centro de Investigación y Competitividad Turística de la Universidad Anáhuac, a cargo de Francisco Madrid, estima que la caída a Categoría 2 provocó que las aerolíneas con bandera mexicana perdieran un millón de pasajeros a lo largo de un año, mismo millón de viajeros que ganaron las aerolíneas estadounidenses.

Y recuperar la Categoría 1 este mismo año, como es el objetivo de la SCT, no está fácil. Ciertamente se limaron muchas asperezas en materia económica al quedar descartada la Reforma Eléctrica a nivel constitucional, pero aún persisten obstáculos considerables como la Ley de la Industria Eléctrica que privilegia los despachos de energía generada por la CFE de Manuel Bartlett, así como las limitaciones a los permisos de importación de hidrocarburos que marca la Comisión Reguladora de Energía, a cargo de Leopoldo Melchi. Hay que considerar rispideces económicas y en asuntos transversales en comercio agropecuario, transporte, democracia sindical, medio ambiente. Vaya, el Departamento de Estado, a cargo de Antony Blinken, tiene muchos botones para presionar en la revisión de categoría aérea para México.

Y ya lo anunció Volaris, de Enrique Beltranena: tendrá un vuelo de Santa Lucía a Los Ángeles en diciembre próximo… siempre y cuando México recupere la Categoría 1.

El Tren de Nunca Jamás. Pues el nuevo encargado de ejecutar el inconcluso Tren México-Toluca es Luis Deyá Oropeza… quien estuvo sólo dos meses a cargo de la dirección de desarrollo (el área técnica) del Tren Maya en el equipo de Javier May. Es sabido que el también llamado “Choritren” recibe presupuesto a cuentagotas por lo que no se ha podido concluir parte de la obra en la altura de La Marquesa. Y además, por los cambios de trazo y conflictos con los vecinos de la zona de Barrancas de Tacubaya, la obra se complicó hasta recientes fechas. Pero bueno, está más papita terminar el “Choritren” que reenfilar al Tren Maya.

Paquete-inflaciones. El anuncio presidencial de un programa para enfrentar la escalada de precios abre múltiples dudas. ¿Control de precios, acuerdo con los sectores productivos? Tendrá que ser necesariamente un programa multisecretarial, en el que participen desde la Secretaría de Economía, de Tatiana Clouthier, hasta la Secretaría de Energía, a cargo de Rocío Nahle, pasando por la Secretaría del Trabajo, de Luisa María Alcalde…, y ya ni digamos por la Secretaría de Agricultura, a cargo de Víctor Villalobos. Pero cualquier intento de contener los precios requiere ir acompañado de un programa de estímulo a la inversión y a la recuperación económica para evitar que se declare abiertamente una estanflación. ¿Y dónde está el plan para la inversión?