Se calienta ambiente en Concamin y Concanaco

La semana pasada empezó a circular entre las organizaciones del Consejo Coordinador Empresarial, que encabeza Carlos Salazar, una carta escrita por uno de los vicepresidentes de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio y Servicios Turísticos, Giovanni Campulongo, quien reclama airadamente a sus correligionarios el mantener en la ilegalidad las mesas directivas y presidencias tanto de esa Confederación como de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales a partir de una disposición gubernamental que extendió indebidamente los plazos de representación.

En esa carta, Campulongo enfatiza que desde el 31 de marzo de 2021, José Manuel Campos ni Francisco Cervantes dejaron legalmente de ser presidentes de Concanaco y Concamin, así como ya no son vicepresidentes (incluyendo él mismo) quienes ostentan ese cargo ni la mitad de los consejeros nacionales. En consecuencia, añade, son ilegales las reuniones y acuerdos que desde esa fecha han tenido dichos presidentes con el IMSS, de Zoé Robledo, el Infonavit, a cargo de Carlos Martínez, el Fonacot, dirigido por Alberto Ortíz, así como la sostenidas con el mismo CCE y con instituciones crediticias.

El empresario apoya sus dichos en 6 artículos de la Ley de Cámaras Industriales en donde se asienta que la representación tiene plazo máximo de 2 años. Y si bien reconoce que fue por la pandemia de Covid-19 por la cual se suspendieron los procesos de elección programados en 2021, recuerda que fue la Secretaría de Economía, en los tiempos de Graciela Márquez, cuando mediante un oficio sin folio (y cuando menos 16 violaciones a la mencionada ley) amplía los periodos de representación en franca intromisión en la vida de los órganos empresariales.

Y remata “Si nos salió bien este gran descaro de posponer hasta septiembre de 2021 la asamblea general y seguimos tan tranquilos con esta simulación, ¿por qué no repetimos el mismo descaro y posponemos la asamblea de Concanaco hasta marzo de 2022?”.

La misiva, nos cuentan, caló hondo e inició un verano caliente para las cúpulas empresariales.

CIRT cierra filas por la libertad de expresión. Ayer se realizó la reunión de cabezas de sector en la Cámara Nacional de Radio y Televisión donde uno de los temas centrales es la defensa de la Libertad de Expresión que nuevamente ha sido colocado bajo el hacha de la censura por la extraña resolución de la Segunda Sala de la SCJN que revivió los “Lineamientos de audiencias para informativos del IFT”, mismos que fueron desechados por el Senado en 2016 por ser claramente contrarios a los principios constitucionales. La industria en pleno cerró filas en torno a un valor clave de la democracia y de los derechos ciudadanos de informarse y opinar sobre lo que acontece en el país.

Cancelarían pedidos de UNOPS. Las empresas farmacéuticas agrupadas en la Canifarma, que encabeza Patricia Faci, están al borde de cancelar sus ofertas que hicieron a la UNOPS para abastecer al sector público de salud: de acuerdo al calendario de compras de la oficina aquí representada por Giuseppe Mancinelli, debieron empezarse a surtir desde noviembre pasado, luego se modificó el calendario y los fallos de compra debieron haberse emitido el 15 de abril pasado. Con tales rezagos, para los laboratorios resulta insostenible mantener esas ofertas tanto en capacidad de producción, distribución y precio. La UNOPS, de Grete Faremo asegura que en los próximos días dará a conocer los fallos de compra y que ya no tiene insuficiencia de recursos, pues el Insabi, de Juan Ferrer, ya recibió recursos de la SHCP. Ojalá y así sea pues el desabasto es cada vez mayor en clínicas y hospitales regionales.

Zenteno de regreso. Por cierto, este fin de semana regresó a México Pedro Zenteno tras visitar el Instituto Gamayela que en Rusia dirige Alexander Gintsburg, donde recibió todos los apapachos del Fondo Ruso de Inversión Directa, para convencerles que en nuestro país es posible envasar la vacuna Sputnik V en cantidades industriales. Ya le platicaré.