Doblan a bancos por fraude a Segalmex

Pues la Procuraduría Fiscal, a cargo de Arturo Medina, estableció un convenio con los bancos que tomaron los certificados bursátiles de Seguridad Alimentaria Mexicana por 850 millones de pesos y la custodia de otros 366.1 millones de pesos de cuando esa entidad estatal era dirigida por Ignacio Ovalle, tras señalar que acataron indebidamente la instrucción de endeudar a Segalmex que fue emitida por el ahora exdirector de Finanzas René Gavira: así que Bancomer, Citibanamex, Finamex y Acciones América Móvil tuvieron que apechugar y cubrir pasivos por 1,216.1 millones de pesos.

La indagatoria realizada por la FGR, a cargo de Alejandro Gertz, el 17 de mayo del 2021 bajo la carpeta de investigación FED/FECC/FECC-CDMX/0000283/2021 por denuncia del apoderado legal de Segalmex, Carlos Dávila, aduce que en febrero de 2019 el entonces director financiero de Segalmex tomó la representación legal de Liconsa y, a través de ello, realizó la emisión de deuda por un monto que, a decir de la parte acusadora, era del todo irregular ya que no existía “la posibilidad de que René Gavira a abrogue tales facultades” de corte financiero que sólo puede ser aprobada por el Consejo de Administración de Segalmex.

Por ello, los ejecutivos de los bancos dirigidos por Eduardo Osuna, Manuel Romo, Eduardo Carrillo, y de Acciones América Móvil, adujo la FGR, actuaron indebidamente al conceder esos préstamos a través de Cebures. Los nuevos administradores de Segalmex —ahora a cargo de Leonel Cota— argumentaron que era innecesaria esa deuda reportada en los contratos 40012635 y 40012636, pues la entidad tuvo un presupuesto público en aquel entonces de 16,761 millones de pesos; además, que tales certificados se contrataron a una leonina tasa anual bruta de 11% por dos año y medio.

¿Y qué fue de los 1,216 millones de pesos que recibió en tales condiciones Segalmex? ¿Sirvieron para el equipamiento y mejora del desempeño operativo de una entidad cuya misión es evitar el hambre entre la población más vulnerable del país? Pues la dirección de delitos financieros, a cargo de Adrián Alcocer, en la Subprocuraduría Fiscal Federal, aduce que no, que los recursos se fueron en un esquema de lavado de dinero a través del sistema financiero en que también habrían participado Marco Antonio Loaiza, José Rafael Domínguez, así como una red en la que se apunta a Matilde Maza y las empresas fantasma Soluservicios NXK y Agrimex.

Crimen sin castigo, pero con premio. Los bancos involucrados tuvieron que “comerse” el pasivo que les contrató Gavira. Sin embargo, el “equipo de abajo” en Segalmex que operó ésa y otros entuertos fue premiado en el equipo de Pedro Zenteno dentro del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE)… específicamente en la dirección de administración de Almendra Ortiz donde encontró resguardo Luis Martínez Barbosa, integrante del “Club de los Monaguillos” de Alejandro Kuri, encargado de manipular los contratos y licitaciones grandes de transporte, crema, leche en polvo, leche fluida en Segalmex. Ya entronizado en el ISSSTE, nos dicen que ni tardo ni perezoso Martínez ya incrustó a sus alfiles en la subdirección de Infraestructura que dirige Mónica Arreola, para pactar con el “Cártel de los Chupasangre” la extensión de contratos de servicios integrales… cosa semejante se sabe sucede en el área de recursos materiales de Jorge Navarro que agiliza el pago a los proveedores que “cooperan con la causa”.

Gorgojiza en jauja. El traslado de los operadores de negocios de Segalmex al ISSSTE es un éxito de Alejandro Isauro Martínez Orozco, Dino, responsable del Proyecto de la Presa Picachos en Sinaloa y que, por su amistad con Almendra Ortiz, logró colocar en el ISSSTE a su hermano Isaac como subcoordinador de Infraestructura, y a su esposa Ana Monserrat Gámiz Suárez, como asesora de la Subdirección de Abasto.

Por si fuera poquito, ayudó a Manuel Gámiz Suárez como asesor de la Dirección Normativa de Administración y Finanzas, amén de colar a su incondicional Jorge Navarro. Todo en familia y amigos..., pero a ver quién luego asume los huecos en el ISSSTE como quedaron en Seguridad Alimentaria los frijoles infestados de gorgojo.