Mauricio Flores

Morena, por lo “oscurito”

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores
Mauricio Flores
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No tuvo mayor difusión la iniciativa de reforma a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público presentada el 14 de abril pasado por la bancada morenista que encabeza Mario Delgado, una larga, muy larga reforma que entre otras cositas suprime una serie de atribuciones de vigilancia a la Secretaría de la Función Pública, a cargo de Irma Eréndira Sandoval, para concentrarlas en la Oficialía Mayor de Hacienda a cargo de Thalía Lagunas.

Empezaba a cundir la pandemia cuando salió la iniciativa que firmó la diputada morelense Brenda Espinoza: se propone que la Oficialía Mayor centralice más poder al tomar el control de revisar y habilitar políticas, bases y lineamientos de adquisición de todas las dependencias federales, así como suprimir las Comisiones Consultivas Mixtas de Abastecimiento.

Con ese poder, el artículo 52 de dicha iniciativa que establece que en compras consolidadas la Oficialía podrá aumentar o disminuir ilimitadamente la cantidad de bienes o servicios contratados. La discrecionalidad se refuerza con la reforma al artículo 17 que concede mayor amplitud y facilidades a compras mediante “Acuerdos Marcos” que sustituyen a las licitaciones abiertas; en la presente administración la gran mayoría (82.4%) de las compras han sido por adquisición directa y ahora quedarían consagradas a nivel de Ley con todo el impacto que ello puede tener sobre el entorno de competencia y transparencia.

Y el artículo 28 propuesto destaca porque ya no será la Secretaría de Economía, a cargo de Graciela Márquez, la que determine las reglas de contenido nacional al 65% de compras públicas, sino la Oficialía. Pero al tiempo se daría manga ancha en licitaciones públicas internacionales no sujetas a los Acuerdos Internacionales al establecer que se puede brincar, digamos el T-MEC, cuando una licitación nacional se declare desierta o cuando así se estipule para las contrataciones financiadas con créditos externos… como sucede ya con medicinas e insumos médicos.

La iniciativa tiene otras “novedades”. Ya le diré.

Accendo, fuerza digital. No todo es “Banco Famsa”. Así lo demuestra la Fintech Accendo, que dirige Javier Reyes de la Campa, que reportó un capital superior a 900 millones de pesos y un índice de capitalización de 13.5% a junio pasado y un índice de morosidad del 1%. Catalogado como el mejor Banking as a Services, Accendo muestra gran capacidad de adaptación a la realidad de la pandemia y ligándose a los ecosistemas de la nueva economía con clientes como Rappi, Cuenca, Billpocket, SWAP, delt.ai y con la mira de vincularse a otras 100 firmas del ecosistema como el “Banco Digital de México”. Creatividad ante la crisis, pues.

Los nuevos “buena onda”. Todos los grupos aeroportuarios del país, a excepción de el de la CDMX que dirige Gerardo Ferrando, han sido solidarios con sus arrendatarios de locales comerciales. ASUR de Fernando Chico, GAP que dirige Raúl Revuelta y OMA que encabeza Diego Quintana, tienen acuerdos de pago conforme nivel de ventas conforme se recupere la aviación que vio caer 80% el nivel de pasajeros. Sólo el GACM ha sido ajeno a la emergencia económica y el ofrecimiento en el AICM a cargo de Jesús Rosano ha sido “en buena onda” prorrogar tres meses de renta para realizar pagos dobles a partir de agosto. La cosa es tan difícil para todos los locatarios, incluyendo la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos que encabeza Analilia Anaya, que el diputado Francisco Saldivar (PES) propuso un punto de acuerdo para exhortar a la SCT de Javier Jiménez Espriú se establezcan mesas de trabajo para revisar uno a uno los casos.