Santa Lucía, aeropuerto sin rueditas

Cualquier aeropuerto, para funcionar correctamente, necesita accesos terrestres, carreteras y de preferencia conexión ferroviaria. Y el Felipe Ángeles, bajo el mando del general René Trujillo, no es la excepción. Sin embargo, el presupuesto de 9,300 millones de pesos para esas obras proporcionado por el Fonadin, a cargo de Sergio Forte, resulta insuficiente como lo evidencia la asignación en pequeños tramos (de 4 kilómetros de longitud) de las carreteras de aproximación a la terminal aérea en el polígono de Santa Lucía.

El Fondo Nacional de Infraestructura tuvo que desviar 9,300 millones de recursos que se destinarían a las autopistas federales para viaductos y carreteras de acceso al Felipe Ángeles. Pero quizá la dificultad más grande para esas vialidades (nueve en total) es la falta de liberación del derecho de vía, lo cual complica la negociación de compra de terrenos a ejidatarios y pequeños propietarios en áreas agrícolas y urbanas. La falta de proyectos ejecutivos —o su realización sobre la marcha— dificulta el costeo y administración de dichas obras. Por ello —a decir por los equipos técnicos involucrados— esos accesos no estarán concluidos en marzo del 2022 sino a finales de ese año.

Y aún faltan las vialidades de largo alcance para conectar la Ciudad de México con Santa Lucía: la prolongación del Periférico Oriente, el ramal Siervo de la Nación y la desviación desde el Viaducto Bicentenario Norte, todas ellas vías concesionadas (a Mota Engil que lleva Joao Parreira y Aleática que dirige Rubén López) que, evidentemente, cobrarán un peaje para que los viajeros arriben a la terminal aérea. A ello habría que agregar el nunca ejecutado Viaducto Elevado Insurgentes-Santa Clara (concesionado a Pinfra de David Peñaloza), vía fundamental para atender la demanda citadina de vuelos y que requiere inversión cercana a 30 mil millones de pesos.

Hay que agregar la ampliación del Tren Suburbano Lechería-Nextlalpan, pero ya le platicaré de ello.

Cinco por Vasco de Quiroga. El próximo 26 de mayo la subsecretaría de Infraestructura, que lleva Jorge Nuño, realizará el fallo para asignar la construcción de la Estación Vasco de Quiroga —entre Santa Fe y Observatorio— del Tren México Toluca. Por ahora, la oferta económica más baja (383.9 millones de pesos) es la de Caabsa, de los hermanos Luis y Mauricio Amodio, dada la logística en equipo y materiales que posee por sus obras en ese tramo. Le sigue GAMI, que conduce Manuel Muñozcano, con 403.6 millones de pesos, después Prodemex, de Olegario Vázquez Aldir, con 408.2 millones de pesos, La Peninsular, de Carlos Hank González, con 434.1 millones de pesos y finalmente Vise, de Santiago Villanueva, con 545.5 millones de pesos. Ojo, el menor precio no es garantía de triunfo. Veremos la valuación técnica.

Hidalgo, palomita en deuda. EL IMCO recién presentó un diagnóstico sobre las deudas de los estados, destacando el caso de Hidalgo donde el gobierno de Omar Fayad registra uno de los 7 niveles más bajos (1.6% del PIB estatal) con pasivos por 4,500 millones de pesos. Con independencia al buen balance logrado por la secretaria de finanzas hidalguense, Delia Blancas, lo relevante es que el débito se ha tomado para crear infraestructura de servicios y movilidad que permiten detonar la inversión privada, empleo e ingresos privados y públicos. Un círculo

Internet, tabla salvadora. Las ventas por internet evitaron que la mortandad de Pymes fuera más grave de lo que sucedió en esta pandemia: el sitio safeshopping.news reporta que las plataformas de delivery crecieron entre 28% y 33% entre 2013 y 2020 y representan una válvula de escape las Pymes. Durante un seminario académico con especialistas de la UNAM y el CIDE, donde participaron Carlos Quintero de Rappi, Tonatiuh Anzures de la Asociación de Internet MX (AIMX) y DiDi y Phillippe Boluanger deShow, quedó en relieve la importancia que tiene en la vida cotidiana -y en el futuro de los negocios- el comercio electrónico que sumó 316 mil millones de pesos en 2020 con un espectacular asenso de 81%.