TV Azteca paga y reorganiza deudas

Las casas de televisión enfrentan la tormenta perfecta: la competencia abierta de las plataformas digitales hasta los severos efectos de la pandemia de Covid-19 sobre toda la cadena económica; así que la decisión firme de TV Azteca, que comanda Ricardo Salinas Pliego y dirige Rafael Rodríguez, para mantener su viabilidad financiera y operativa pasa por reordenar pasivos de 400 millones de dólares con vencimiento en 2024 y anticipar el pago de Certificados Bursátiles por 1,200 millones de pesos. El timón firme, pues.

Desde la popularización de las redes sociales y de los contenidos Over The Top, Azteca implementó una estrategia de contenidos novedosos y audaces para atraer mayores niveles de audiencia y segmentos de público joven que, por ejemplo, a través de las competiciones como Exatlón y realitys como MasterChef y La Voz, encuentra en esos programas los contenidos para la conversación digital. A su vez, la televisora aplicó programas consistentes de reducción de costos y aumento de eficiencias para lograr hacer más con menos… acciones que se profundizaron hace un año cuando se desató la pandemia que provocó una caída de 40% en la industria publicitaria.

Así, la primera acción financiera implicó pagar ayer anticipadamente el 30% del principal de los Cebures que vencen en 2022 (los cuales, 3,800 mdp, se pagarán en tiempo y forma) y por otra parte iniciar un diálogo abierto y constructivo con los tenedores de bonos por 400 mdd que vencen dentro de tres años, por lo que aplazó el pago del cupón correspondiente a febrero de 2021 con la expectativa de lograr un pronto acuerdo que responda al contexto de TV Azteca para retomar el pago.

En este complejo, pero necesario proceso de reorganización del balance y de operaciones, el director general de finanzas de la firma, José Luis Riera, se acompañará de las firmas de asesoría especializada Moelis & Company LLC, de Ken Moelis, junto con sus aliados de Alfaro, Dávila y Scherer, que dirige Isauro Alfaro. Al toro se le toma por los cuernos.

Cinemex, cierre temporal. No, tampoco son buenas noticias. Ni para la industria del entretenimiento ni para la economía del país. Pero una de las dos más importantes cadenas de salas de cine, Cinemex, que dirige Rogelio Vélez, optó por cerrar operaciones por 3 meses a nivel nacional a la espera de que mejoren las condiciones sanitarias del país. Le resulta más caro mantener abierto 65% de sus complejos (el otro 35% está en el Valle de México y por tanto cerrados) que sólo pueden ocuparse hasta una tercera parte de su capacidad…, pero que sólo venden 5% del boletaje de hace un año por el temor del público al contagio y la casi inexistente oferta de estrenos atractivos. Dramático, porque están en vilo 15 mil empleos de personas que no sacarán adelante a sus familias con las becas gubernamentales.

Lo que aún no está clara es la estrategia de Cinépolis, de Alejandro Ramírez, que ha cerrado algunos de sus complejos por iguales circunstancias, pero que aún no lo hace extensivo. ¿Apostará a comerse todo el pastel? ¿A qué costo?

Cofepris, cambio y confrontación. No lo ande contando, pero que en breve se dará a conocer la salida de José Alonso Novelo de la Cofepris, donde había sido controlado en sus áreas fundamentales por los alfiles del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. Pero qué sorpresa, entraría Alejandro Svarch, comisionado Nacional de Salud en el Insabi, personaje de mucho empuje y cercano a Claudia Sheinbaum, para acelerar los miles de trámites para medicamentos y procedimientos de salud que han quedado atrapados por la burocracia en plena alerta sanitaria. Y bueno, son públicos los diferendos de López-Gatell y la Jefa de Gobierno por el manejo de la pandemia en la CDMX.