Mónica Garza

Informar en Veracruz, un volado con la muerte…

GENTE COMO UNO

Mónica Garza*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mónica Garza
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Van 33 desde el año 2000. Tres en lo que va del 2022. Siete desde que inició la nueva administración, federal y estatal. Son los periodistas asesinados en el estado de Veracruz, hoy convertido en el más mortal para ejercer el periodismo en México.

Yessenia Mollinedo y Sheila García son las últimas, murieron acribilladas el mismo día en el municipio de Cosoleacaque, un día antes del Día de las Madres, en el que sus hijos esta vez amanecieron huérfanos, velándolas.

Yessenia era directora del portal de noticias El Veraz, donde Sheila era camarógrafa y apenas tenía unos meses de haberse integrado a esta labor; y como tantas mujeres en Veracruz, vivían en riesgo constante por ser mujeres y periodistas, en esa entidad donde al menos 30 mujeres han sido víctimas de feminicidio sólo durante el primer trimestre de este año.

La madre de Yessenia pasó este 10 de mayo frente al ataúd de su hija. Su mirada de ira y frustración era tan contundente, como si ella misma ya trajera la muerte adentro, como si la hubieran matado a ella también

El hermano de Yessenia —quien también es reportero—, asegura que desde el año pasado su hermana ya había dado a conocer que recibía intimidaciones por lo que publicaba en su sitio. Incluso hace apenas unas semanas le habría mencionado que se sentía perseguida por sujetos desconocidos… Quizá se trataba de los mismos que la mataron junto con su compañera, quizá se sepa pronto, quizá nunca…

“No es nuestra responsabilidad que sucedan (las agresiones y asesinatos) porque nosotros estamos dejando en claro que vamos a ir contra los culpables, sea quien sea, caiga quien caiga, y estaremos contra de ellos y vamos contra los responsables. Eso es lo importante, estamos dando resultados”… dijo el gobernador Cuitláhuac García desde el Palacio de Gobierno en Xalapa .

Sheila García y Yessenia Mollinedo, las periodistas asesinadas en Veracruz.
Sheila García y Yessenia Mollinedo, las periodistas asesinadas en Veracruz.Foto: Especial

Pero ¿a cuáles resultados se referirá ?, porque las cifras de violencia, inseguridad y su impopularidad como gobernante entre los ciudadanos de Veracruz, parecen dar cuenta de exactamente lo contrario.

Los testimonios del gremio periodístico, no le ayudan mucho tampoco. Esta semana levantaron la voz quienes antes no lo hacían, para denunciar la tiranía e intimidación de la que son víctimas al ejercer su trabajo en aquella entidad.

En conversación con mi colega Heidi Castellanos, quien cubre la región sur de Veracruz como colaboradora de Azteca Noticias, al aire y en cadena nacional, hizo una demoledora descriptiva de cómo se sentía ella en ese preciso momento, de ser mujer y reportera de calle.

“Todo el tiempo estamos en constante riesgo por lo que ocurre, ya no sabes dónde vas a ser atacada, o intimidada, principalmente cuando se cubre la nota roja, cuando llega este acordonamiento excesivo de las autoridades, uno tiene que hacer la labor y hay personas que te están tomando fotografías y es constante, cuando estás cubriendo un hecho principalmente delictivo”.

¿Fotografías?, ¿quién les toma las fotografías?

Heidi me confirmó que en ocasiones son los propios policías municipales quienes “documentan” el ejercicio informativo de los reporteros, en otras ocasiones son sujetos desconocidos quienes arriban a los lugares de los hechos y comienzan a fotografiar, no los hechos, sino a los reporteros.

Resulta que en Veracruz muchas veces son las propias autoridades, las que suelen interrumpir la actividad de la prensa:

“Cuando llegamos al lugar de los hechos incluso antes que ellos, respetamos cuando empiezan a acordonar, pero nos empiezan a retirar, no quieren que grabemos, a veces a los compañeros camarógrafos les ponen la mano en la cámara para evitar que graben las imágenes, comienzan a tomar fotografías y es una constante de todos los días, y más ahora que se ha recrudecido la violencia contra las mujeres, principalmente en la región sur donde me toca hacer cobertura”, me dijo Heidi en una denuncia pública por demás valiente.

Entonces surgen muchas preguntas:

¿Por qué razón la policía del estado está documentando a los reporteros fotografiándolos?, ¿por qué se obstaculiza su trabajo durante sus coberturas? ¿por qué se les intimida de esa forma?

Eso es violentar la libertad de prensa, a un comunicador en su lugar de trabajo y en su manera de proceder con el mismo y nada hay más tiránico y antidemocrático que eso, en la entidad que el Presidente López Obrador más veces ha visitado durante su administración, donde justifica y avala las acciones del gobierno del que hoy está siendo señalado como el estado más mortífero para ejercer el oficio de informar.

¿De cuáles resultados hablará entonces Cuitláhuac García?, ¿cuántas sentencias firmes se han dictado para castigar a los responsables de tantos asesinatos en su estado? ¿Cuánto tiempo más necesita para tomar alguna responsabilidad? Porque ya lleva tres años…