Mónica Garza

¡Urgente!.. La policía necesita un psiquiatra

GENTE COMO UNO

Mónica Garza *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mónica Garza 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Cuando en una sola semana se registran en distintos puntos y en diferentes situaciones, hechos violentos provocados por elementos de la policía, que hacen uso excesivo de su autoridad, su fuerza o sus armas contra ciudadanos, porque simplemente pierden el control de sus emociones, estamos frente a un problema que más nos vale atender a la brevedad.

Pongo tres escenarios, con solo días de diferencia:

En la Alcaldía Iztacalco, un grupo de policías sometieron y golpearon a una pareja, por presuntas “rencillas personales”. La mujer recibió una patada en las costillas que la mandó al hospital. Los hechos fueron denunciados en redes sociales y dos elementos de la policía quedaron “bajo investigación”.

En Nezahualcóyotl, Estado de México, un policía utilizó su arma para dispararle en la cabeza a una perrita mientras amamantaba a sus cachorros. Testigos aseguraron que el policía actuó así en consecuencia a un ladrido que le dirigió la perra cuando el oficial se acercó a los perritos. Él respondió accionando su arma. Aterrador. 

(Cabe destacar, que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, registra en Nezahualcóyotl el mayor número de quejas por abuso policial en la entidad, con 117 en lo que va del 2021, en su mayoría por uso desproporcionado o indebido de la fuerza pública).

En León, Guanajuato, un enfrentamiento entre ciudadanos y policías terminó ¡a pedradas! Las imágenes que también dieron vuelta en las redes sociales, mostraron a vecinos rodeados por más de 10 patrullas, en un hecho digno de una detención de algún narcotraficante de alto perfil, cuando en realidad se trataba de un hecho que se habría originado, presuntamente, al intentar detener a dos jóvenes “por no portar cubrebocas”.

Por cierto, de enero a noviembre de este año, las quejas en la Procuraduría de Derechos Humanos de Guanajuato, contra policías municipales crecieron 21 por ciento y en León, donde ocurrió el hecho, se duplicaron con casi 105 casos.

Elementos policiales en una marcha feminista de la CDMX.
Elementos policiales en una marcha feminista de la CDMX.Foto: Cuartoscuro

Curiosamente, el inciso “h” de la nueva convocatoria para el proceso de reclutamiento y selección de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX dicta como requisito: “Encontrarse en óptimas condiciones de salud que le permitan desempeñar actividades que demanden esfuerzo físico y estabilidad emocional”…

Pero sobre pruebas psicológicas o psiquiátricas —claramente tan necesarias— no se menciona nada más que: “estabilidad emocional”… y lo que ellos entiendan por eso.

Una encuesta realizada por la empresa estadounidense de datos y análisis, Gallup, coloca a México como el segundo país que más desconfía de su policías en América Latina; en estudio se cuestiona a la ciudadanía si confía en las fuerzas policiales, si se sienten seguros por las calles o si han sido víctimas de robos o asalto.

El resultado coincide con otra muestra realizada por la Universidad del Valle de México sobre la confianza en los policías, donde 48% de los encuestados están en desacuerdo con la idea de que “La policía conoce las leyes y los reglamentos”; el 50% señala que la “capacitación de las policías municipales y estatales” se mantiene igual de mal, al igual que “el respeto a los derechos humanos por parte de las instituciones policiales”.

La última encuesta de la organización Causa en Común, señala que la falta de profesionalización es quizá el principal problema de las policías estatales y municipales. Aunque por la manera en la que algunos actúan, no estaría de más , además de capacitación, proveerles de atención psiquiátrica… sin ironía.

En dicho informe, los policías entrevistados dijeron ser capacitados mayormente en uso de fuerza pública y detención de personas, y con menor preparación en temas de audiencias ante jueces y en primeros auxilios; y claro, nada se menciona sobre capacitación o atención psicológica.

De acuerdo al Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad, este año las policías locales tienen cero pesos, con cero centavos destinados a su profesionalización, muchísimo menos se atenderá en ellos nada de salud mental.

Un estudio de la Universidad de Oxford que examinó a más de 200 mil policías de 24 países, arrojó que uno de cada cuatro oficiales de policía presentaban un consumo peligroso de alcohol; uno de cada siete cumplía con los criterios para ser diagnosticados con depresión y uno de cada diez tenía síntomas de ansiedad o ideación suicida.

En México hay una carencia absoluta de este tipo de información, desconocemos como ciudadanos la situación de la salud mental de quienes están encargados de resguardar nuestra seguridad e integridad física y las acciones erráticas, cada vez más frecuentes, revelan el riesgo al que estamos expuestos, sin que nadie actúe en consecuencia.