Roberto García Requena

El cierre de un mal año

BANDA ANCHA

Roberto García Requena
Roberto García Requena
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El 2020 fue un mal año en general. La economía va a decrecer alrededor del 10 por ciento. Los picos alcanzados por la pandemia en el mes de mayo están siendo rebasados por los que estamos presenciando en diciembre. Y la inseguridad simplemente está fuera de control. 

La crisis económica causada en parte por la disminución de la actividad económica y, en otra, por una mala instrumentación de políticas públicas para contrarrestar los efectos quebraron a miles de empresas y lanzaron a las filas del desempleo a 1.5 millones de mexicanos. Esto sin contar a otros tantos que se sustentan de la economía informal.

Se calcula que un poco más de la mitad de la población sufrió una afectación en su ingreso y está enfrentando problemas financieros. Lo peor de todo es que todavía no se toca el fondo. Con el rebrote de la pandemia, las autoridades están aplicando nuevas restricciones de distanciamiento social que continúan profundizando los estragos económicos. No se ve que esta situación vaya a mejorar al menos en el primer semestre de 2021.

El manejo de la pandemia fue de lo más deficiente por parte del Gobierno federal. López-Gatell ya no sabe qué inventar para explicar el desbordamiento de la crisis. Cada vez se le entiende menos a su retórica y cada vez está más fuera de control la crisis. Se dijo que el escenario catastrófico serían 60 mil muertes. Ya vamos casi en el doble y se siguen acumulando todos los días.

Para nadie es novedad las dispu-tas entre López-Gatell y la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum. Mientras la segunda abogaba por imponer medidas más restrictivas en la ciudad y regresar al semáforo rojo, el primero decía lo contrario, al grado de comentar que el color del semáforo es irrelevante (cuando fue él quien lo instrumentó). Al final, el Presidente López Obrador apoyo a López-Gatell y hoy en día no hay una sola cama en la ciudad para atender enfermos de Covid. El sistema hospitalario, público y privado, está saturado.

Por cierto, el tema de la vacuna sigue siendo poco transparente. ¿Cuántas se compraron? ¿Dónde están? ¿Quién las tiene? Hay muchas preguntas y pocas respuestas. Lo cierto es que hasta hoy no se ha aplicado ninguna.

Por último, las cifras de inseguridad están en máximos históricos en casi cualquier rubro. Evidentemente, el deterioro económico y el desempleo tienden a aumentar la delincuencia. Cuando la gente se queda sin sustento y le faltan oportunidades puede cometer cualquier tipo de atrocidad para poner comida en su mesa.

El 2021 no se ve fácil. La situación es compleja y no parece que exista una estrategia para reanimar la economía, combatir la pandemia, y reducir la inseguridad. Espero equivocarme.