Roberto García Requena

Lo que viene

BANDA ANCHA

Roberto García Requena
Roberto García Requena
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Con más de 45 mil muertos en la espalda de López-Gatell y con un nuevo pico en el número de contagios cada tres o cuatro días, queda claro que el manejo de la pandemia ha sido un desastre en México.

Las claras inconsistencias en el discurso oficial, métricas confusas y cambiantes, un desprecio por el uso del tapabocas por parte del Presidente López Obrador, y un país que se resiste a hacer pruebas de manera masiva; la estrategia (si es que la hay) es fallida. La curva nunca se aplanó y mucho menos la pandemia se domó. Todavía no se ve para cuándo y la gente ya está en la calle de vuelta.

A este escenario hay que sumarle las consecuencias económicas. De por sí la economía ya se venía encogiendo antes de que estallara el Covid. El Inegi acaba de reportar una caída histórica en la economía mexicana de 18.9 por ciento en el segundo trimestre de 2020, respecto al mismo trimestre del año anterior. Muchos analistas, incluidos los del Banco de México, ya esperan una caída del PIB de más de 10 puntos para este año.

Esto por efecto de la pandemia y también debido a que el Gobierno federal no orquestó una serie de medidas y políticas contracíclicas para amortiguar los efectos del Covid. Hay más de 11 millones de desempleados que, en su gran mayoría, muy pronto van a engrosar las filas de la pobreza en México.

La recuperación económica va a tardar años en darse. Por otro lado, la inseguridad está en máximos históricos. Ni la pandemia logró disminuir una tendencia ascendente en el número de homicidios (casi 18 mil en el primer semestre de este año). Y con una economía en franco declive, es previsible que la delincuencia, organizada o no, se dispare todavía más.

Mientras tanto, AMLO, su 4T y su partido Morena ya están completamente concentrados en las elecciones del 2021. Para ellos es toral no perder la mayoría en la Cámara de Diputados y desde ahí tener el control del presupuesto para lo que resta del sexenio.

Sin mucho que presumir en la gestión de gobierno, la apuesta de AMLO vuelve a ser su añeja bandera anticorrupción. La sopa que va a soltar, o ya soltó, Emilio Lozoya, respecto a instrucciones que recibió de Peña Nieto o Luis Videgaray, más toda la evidencia de sobornos a legisladores, particularmente del PAN, para la aprobación de las reformas constitucionales, va a ser la carnada perfecta para que el gobierno arme un buen circo distractor, mientras el país se desmorona.

Así que prepárense estimados lectores, porque la pandemia no cede; la economía a pique; la inseguridad desbordada; pero nuestros políticos ya están en la lucha de poder rumbo al 2021 y 2024.