Rodrigo López San Martín

El regreso de Anaya mueve el tablero

ES LA ESTRATEGIA...

Rodrigo López San Martín
Rodrigo López San Martín
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El regreso a la escena pública del excandidato presidencial Ricardo Anaya podría cimbrar el tablero político hacia 2021 y para el resto del sexenio.

Tras la elección presidencial, Anaya desapareció del mapa. Muchos pensamos, durante este tiempo, que desperdiciaba el capital político que había ganado durante la segunda mitad del sexenio pasado y que regalaba, al mejor postor, el liderazgo de la oposición que el segundo lugar en una elección presidencial suele ocupar de manera natural.

Pero la apuesta, aparentemente, le salió.

En estos dos años, nadie logró ocupar el liderazgo de la oposición nacional. Por momentos, el expresidente Felipe Calderón tomó ese lugar, pero las acusaciones en su contra y contra sus ex colaboradores, lo han dejado fuera de la jugada.

Así, Anaya regresó. Y hoy, el 40 ó 50 por ciento de ciudadanos que no ven con buenos ojos al presidente Andrés Manuel López Obrador podrían tener, por fin, en donde aglutinarse.

Pero no sólo el regreso de Anaya tuvo un timing acertado. Sino que su mensaje fue muy preciso. Además de criticar al gobierno, logró lo que nadie había conseguido en estos casi dos años de Cuarta Transformación: generar expectativa desde la oposición.

Por primera vez en lo que va del sexenio, los millones de mexicanos que buscaban una figura opositora, escucharon de parte de una voz relevante que no sólo va a señalar los fracasos de AMLO y su administración, sino que va a presentar alternativas.

En un formato esquematizado, como es él, Ricardo Anaya prometió que semana a semana publicará propuestas y nuevas ideas de cómo podrían hacerse las cosas de manera diferente. Y en este punto, es donde el excandidato del PAN se diferencia de los Calderón o los Meade: él si puede hablar de futuro sin cargar el peso de haber sido gobierno y haber desperdiciado su oportunidad.

Anaya había regresado a las primeras planas de los diarios desde hace un mes con las acusaciones de Emilio Lozoya en su contra. E indudablemente, tras su mensaje del lunes pasado, la ofensiva del gobierno en su contra se intensificará. Esa ha sido la marca de esta administración contra quien levanta la cara desde la oposición.

Pero también para esto es oportuno su regreso. Hoy, el costo de ir tras Anaya es más alto que nunca.

En las siguientes semanas veremos qué tanto empuje y expectativa logra mantener Ricardo Anaya con su regreso y lo que tiene que decir. De entrada, parece que tanto actores políticos como ciudadanos de la oposición recibieron muy positivamente su regreso. A partir de aquí, depende de él poderse mantener vigente y relevante.

Si logra esa relevancia y vigencia, AMLO tendrá, por primera vez, un personaje con reconocimiento nacional, contrastante en su perfil y con un discurso abierta y frontalmente opositor, difícil de ignorar y capaz de marcar agenda. Esto, puede ser oxígeno para el PAN… siempre y cuando, el canibalismo interno no se haga presente.