Adiós a los Fideicomisos y a 70 mil millones de pesos

A los senadores de Morena tocará aprobar la desaparición de 109 fideicomisos por un monto cercano a los 70,000 millones de pesos. Los diputados lo hicieron con trampas, con violencia entre diputadas, cada uno buscando imponer su criterio.

Como consecuencia de esa decisión presidencial, mucha gente se quedará sin empleo, aunque también es de reconocerse que había corrupción en varios organismos, una burocracia exagerada y muy cara.

El diputado de Morena Iván Pérez Negrón presentó una reserva en la que insiste en que también se liquide el fideicomiso del Fondo de Salud para el Bienestar -antes Fondo para Enfermedades Catastróficas- que administra el Insabi. Pero también fue derrotado. La consigna fue tajante, cargarse a todos a todos los fideicomisos, como lo hicieron los priistas en su mejor época.

Este fideicomiso tiene recursos cercanos a los 100,000 millones, lo que dejaría al Gobierno una bolsa de 170,000

millones de pesos para que los utilice a discreción. El tema es que por más que los diputados de Morena, encabezados por Mario Delgado y hasta el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador han prometido a los beneficiarios de esos fondos que su dinero “está garantizado’’ y que no deben de preocuparse, ni deportistas, ni artistas, ni investigadores, ni periodistas, ni defensores de derechos humanos, poca gente les cree.

Lo real es que nadie sabe como van a recibir el dinero, si desaparecen las oficinas administrativas. ¿Y cómo podrían creerle si, por una parte, les dicen que los recursos “están garantizados’’ y por la otra se asegura que los recursos serán para la compra de medicamentos?

Lo único real es que la administración federal requiere contar con recursos para sus programas sociales. Por lo pronto, la participación de México en los Juegos Olímpicos está en veremos; ni se diga de los proyectos cinematográficos o teatrales.

Pero lo más importante, los proyectos de investigación que tanto necesita el país están en el aire ante la incertidumbre del manejo de los recursos que hasta ayer

tenían un destino etiquetado. Se sabía que en el CONACYT había corrupción, muchos trabajos eran simples refritos, pero los “investigadores cobraban” algunos millones por presentar esos trabajos, pero también tenía que dar comisiones. Esto una realidad.

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El Instituto Nacional Electoral (INE) inició anteayer la captura y verificación de los apoyos a la consulta popular solicitada por Yeidckol Polevnsky, ex dirigente del partido Morena, que busca llevar a juicio a los expresidentes. Nos aseguran que los paquetes que llevó la exdirigente de Morena al Senado para que éste lo turnará a al INE contenía muchas actas falsas.

Durante esta que es la segunda etapa del proceso, se revisará que las firmas y los datos de las personas coincidan con la información que tiene el organismo en el padrón de electores, y que no estén duplicados.

En la primera fase, el INE contabilizó 8 mil 807 formatos con 69 mil 254 registros que cumplieron con los requisitos mínimos, como son nombre, firma y clave de elector. Con dicha información se entregó al Senado, el pasado 7 de

octubre, el acuse definitivo de lo encontrado en las tres cajas que le remitió el pasado 22 de septiembre. Después, la secretaria general de Morena, presumía que llevo 240 mil firmas, nadie le creyó.

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El priista Jorge Carlos Ramírez Marín, nos adelanta que su bancada votará en contra de reformar un transitorio para que la consulta ciudadana sobre si se investigan o no supuestos delitos de exmandatarios se realice el mismo día de las elecciones de junio de 2021, y no el primer domingo de agosto, como establece el texto constitucional, porque "el propósito de la pregunta es meramente electoral", acusó.

Consideró que Morena busca "volver la elección federal en una especie de elección presidencial". Es decir, "es una manera de tener la torcida figura del Ejecutivo incidiendo en un proceso electoral que es básicamente de territorios: municipios, estados y distritos".

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El PRD demanda al Gobierno Federal que garantice la paridad de género y trabajar en la construcción de una

sociedad más justa y equitativa, ya que el presidente de la República, hasta el momento, se ha negado a reconocer la violencia que existe hacia las mujeres en diversos ámbitos.

Esta llamada la hace al conocer los resultados de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) del INEGI y del Instituto Nacional de las Mujeres, que señalan que las mujeres trabajan en promedio seis horas más que los hombres a la semana de acuerdo con el tiempo total de trabajo remunerado y no remunerado.

Por ello, recalcó la urgencia de hacer un balance crítico sobre las deficiencias que se tienen en cuanto a los derechos y defensa de la mujer, ya que hay un severo retroceso y el Gobierno de la República sigue sin atender este problema, al contrario, se han agudizado los índices de violencia en contra de este sector, llegando a los índices más altos de los últimos sexenios.